El lunes, la línea 60 de colectivos funcionó con un servicio reducido tras un principio de acuerdo alcanzado con la UTA para la reincorporación de los choferes despedidos. Sin embargo, los trabajadores adujeron que no se los convocó al diálogo UTA-Trabajo-Monsa, y continuaron negándose a cortar boleto. A la noche, la policía inició un operativo de desalojo en la playa de estacionamiento de la empresa en Constitución. 

Los trabajadores aseguran que la empresa no les permitió sacar las unidades a la calle porque los choferes se niegan a cobrar boleto como medida de protesta. Esteban Simonetta, delegado, advirtió que la empresa "sacó (el lunes) unas pocas unidades a la calle con el apoyo de barras de River y de Chicago. Están buscando romper la huelga", sostuvo.

En tanto, por Continental, el presidente de la empresa Micro Omnibus Norte SA (Monsa), Marcelo Pasciuto, denunció que la concesionaria "ya perdió 8 millones de pesos" por la medida de fuerza y responsabilizó por la continuidad del conflicto al cuerpo de delegados, a quienes definió como "50 delincuentes o locos que están haciendo. Hay un principio de acuerdo con los trabajadores desde el sábado a la noche. Los 48 despedidos fueron reincorporados e incluso ayer algunos de ellos trabajaron. Pero los sindicalistas no acatan la conciliación obligatoria", afirmó.