El puente Pueyrredón vuelve a ser hoy epicentro del recuerdo de la "Masacre de Avellaneda", como se conoció al fatídico 26 de junio de 2002, cuando asesinaron a los militantes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Ambos participaban en un reclamo general convocado por cientos de organizaciones contra el gobierno del por entonces presidente Eduardo Duhalde para conseguir mejoras laborales y programas alimenticios, luego de la crisis de 2001.

El puente que une el sur de la Capital con el conurbano bonaerense se encuentra completamente cortado desde la madrugada, situación que se prolongará hasta pasado el mediodía. Se espera que el acto central sea a las 11, cuando familiares de las víctimas y agrupaciones de izquierdas le reclamen al juez federal Ariel Lijo -el mismo que investiga al vicepresidente Amado Boudou por el caso Ciccone- que acelere el proceso judicial por la muerte de Kosteki, de 25 años y militante hacía dos meses en el MTD-Guernica, y de Santillán, de 21 años y referente del MTD-Lanús.

A las 17, en tanto, se realizará una jornada cultural en la estación ferroviaria de Avellaneda, hoy rebautizada Kosteki y Santillán, epicentro de los sangrientos episodios.

"Denunciamos al juez Lijo como uno de los responsables de que la causa por las responsabilidades políticas haya sido archivada", exigió en un comunicado el Frente Popular Darío Santillán, que apuntó contra el ex presidente Duhalde -que por la masacre tuvo que adelantar las elecciones de 2002- y el ex gobernador bonaerense Felipe Solá.

Por los asesinatos de Santillán y Kosteki fueron condenados en 2005 a cadena perpetua, como autores materiales del hecho, el ex comisario de la policía bonaerense Alfredo Fanchiotti y el ex cabo Alejandro Acosta. La protesta fue reprimida por la policía bonaerense, que además dejó un saldo de 33 heridos.