El nivel de precariedad y deterioro, continua depreciación y desprecio de la función policial queda en evidencia con este conflicto.

Cuando hay un funcionario, un médico o un policía mal pago queda de manifiesto lo que al gobierno le importa ese trabajador.

En otros países esta gente gana muy buenos sueldos y el policía, por ejemplo, cumple su rol. Pero aquí, el policía tiene a su trabajo como una ‘changa’.