El fondo y la forma
Siempre intento hablar lo más claro posible. Pero en el tema YPF es más necesario que nunca. Le comento sin vueltas cual es mi posición: estoy totalmente de acuerdo con el fondo de la decisión presidencial. Y totalmente en contra de las formas. Pero vamos punto por punto:
Siempre intento hablar lo más claro posible. Pero en el tema YPF es más necesario que nunca. Le comento sin vueltas cual es mi posición: estoy totalmente de acuerdo con el fondo de la decisión presidencial. Y totalmente en contra de las formas. Pero vamos punto por punto:
1) Soy un convencido de que la energía es estratégica y debe estar en manos del Estado. Hoy más que nunca. Es el motor del crecimiento de un país y el rumbo lo debe decidir la presidenta que los argentinos elegimos democráticamente. De eso no tengo dudas. Es verdad lo que dijo Cristina: casi no hay país en el mundo que no controle su gas y su petróleo.
2) Estoy de acuerdo en que la recuperación de YFP, o la expropiación, se haga mediante una ley y que, para que no sea tan fácil volver atrás en el futuro, se ponga una valla muy alta como es una mayoría parlamentaria calificada.
3) Me parece un infantilismo irresponsable que nos va a generar más enemigos en el mundo la actitud soberbia de patear el tablero y no respetar la seguridad jurídica que es la base de un país confiable que necesita que sigan llegando inversiones.
4) Es una mentira absoluta, propia de los que alardean de lo que carecen, lo que la presidenta dijo acerca de que “este siempre fue el sueño de Néstor Kirchner”. Ayer escuchamos un audio en este programa, donde también en nombre de la soberanía, el entonces gobernador de Santa Cruz, celebraba la vergonzosa y escandalosa privatización de YPF. Llamemos a las cosas por su nombre y no intentemos una vez más inventar el pasado para justificar el presente. Insisto: es positivo que se recupere la capacidad soberana de decidir sobre nuestras reservas de hidrocarburos. Pero siempre es bueno que se diga la verdad. Y la verdad es que el matrimonio Kirchner apoyó a tambor batiente la privatización de Carlos Menem y la provincia de Santa Cruz recibió más de 500 millones de dólares por eso sin que se supiera el destino final de esos misteriosos fondos. Y también es indiscutible que Oscar Parrilli, el actual secretario general del gobierno, fue el miembro informante del bloque de diputados.
5) Es casi una provocación poner a Julio de Vido como interventor de la nueva empresa. Es premiar al responsable máximo del fracaso de la política energética que condujo en estos 9 años. Que hoy tengamos que gastar 12 mil millones de dólares en comprar combustible en el exterior es culpa de Repsol y también de Julio de Vido, la mano derecha de los Kirchner. Es como poner al zorro a cuidar el gallinero.
6) La presidenta de la Nación se llenó la boca de elogios hacia la empresa hasta hace unos meses y fueron ellos los que forzaron el ingreso sin poner un peso de uno de sus empresarios amigos de toda la vida como es el grupo Eskenazi.
7) La profunda crisis energética que atravesamos no es nueva. Tanto desde el periodismo como desde la oposición se les advirtió mil veces que la táctica oficial era pan para hoy y hambre para mañana. Solo contestaron con descalificaciones, acusando de agoreros y destituyentes a los que avisaron hace tiempo lo que el gobierno recién descubre ahora. Cristina prefirió escuchar a los obsecuentes que le dicen que es la mas linda y la mas inteligente. Hoy los diarios que trabajan para el gobierno la tratan de Señora Coraje y embanderan sus tapas como si ya no existieran problemas en Argentina.
8) La sobreactuación del gobierno presentando esto como un hecho patriótico y heroico está generando situaciones graves que deben ser advertidas. Decir que el que no compra a libro cerrado el proyecto K no es patriota es como decir que no fueron patriotas los que fogonearon la privatización, es decir Néstor y Cristina. Así que no es bueno que escupan para arriba.
9) El discurso ultra-nacionalista es tan agresivo y maltratador que corresponde hacer una advertencia. Ojo con convertir a España en un nuevo enemigo. Ojo con asociar YPF a Malvinas y con igualar a Rajoy con la Thatcher. No mezclemos los tantos porque uno de los valores a preservar es la amistad, el afecto y la solidaridad del pueblo español que además, es uno de los pilares en los que se asienta nuestra propia identidad.
10) Hay que sospechar y poner bajo la lupa a los que en su fanatismo son capaces de caer en el despropósito de censurar a Serrat y Sabina y de reclamar la devolución de Messi y Marcelo Bielsa porque son argentinos. No hay que confundir soberanía con estupidez. Cuidado con los conversos y los fundamentalistas que para ocultar sus propios cambios de posiciones inflaman su lenguaje y buscan chivos expiatorios.
Conclusión: El kirchnerismo repite una vez más su mecanismo de impulsar una causa justa de la peor manera. Recuperar la soberanía de nuestros recursos pero en forma patotera. Levantar una bandera histórica pero atropellando todo lo que se ponga adelante. Siempre dije que el gobierno logra por violación lo que podría conseguir por seducción. Muchas veces las formas ensucian el fondo.