El Papa advirtió sobre el “instinto a justificarse” de los Gobernantes en crisis
Francisco también exhortó a la clase política a no usar a Dios ni a su pueblo para defenderse en momentos de dificultades.
El pontífice argentino reflexionó sobre la respuesta del rey David ante la traición de su hijo Absalon, al presidir la misa matinal en la capilla de la Casa Santa Marta.
Ante los “malos momentos” de la vida, el Papa instó a poner en práctica la actitud de David que no instrumenta a Dios ni al pueblo, hace penitencia y llora por los errores y no busca hacer justicia con mano propia sino confiar en Dios.
Francisco recordó que Absalon entrega a su padre y éste tiene que huir pero ante esta “gran traición”, David, “hombre de gobierno, toma la realidad como es” y como sabe que una guerra “dejará muchos muertos”, decide no luchar en Jerusalén contra las fuerzas de su hijo.
“David, esta es su primera actitud, para defenderse no usa ni a Dios ni a su pueblo y esto demuestra el amor de un rey por su Dios y su pueblo. Un rey pecador pero un rey también con este amor tan grande. En los momentos difíciles de la vida, llega la desesperación, uno busca defenderse como puede y también usando a Dios y a la gente. Él no”, subrayó.
El Papa precisó que la segunda actitud que adopta David es la de “penitencia” pues decide huir y sale a la montaña llorando, cubriéndose la cabeza y caminando descalzo. “Tal vez en su corazón había pensado tantas cosas malas, tantos pecados que había cometido”, indicó.
Tras reconocer que cuando sucede algo en la vida de una persona, de un gobernante, subyace “el instinto de justificarse”, destacó que David no se justifica sino que es “realista” y trata de “salvar el arca de Dios, su pueblo”.
“Es un grande: un gran pecador y un gran santo. Cómo van estas dos cosas juntas, Dios lo sabe”, agregó.
Francisco insistió en poner como ejemplo a David, quien en medio de la crisis elige “confiar en Dios en lugar de la venganza".