El Papa Francisco inicia este miércoles su viaje más peligroso. Kenia, Uganda y República Centroafricana son sus destinos en una visita de cinco días por el continente africano. Son países amenazados por el terrorismo o que todavía tienen conflictos abiertos. Las medidas de seguridad serán extremas para recibir a Francisco.

Los gobiernos de Kenia y Uganda desplegarán a unos 10.000 policías en Nairobi y Kampala, las dos capitales donde el Papa celebrará grandes misas al aire libre. "A diferencia de la visita de Barack Obama (en julio pasado), durante la cual el gobierno pidió a los kenianos que se quedaran en casa, incitamos a los kenianos a venir a la ciudad masivamente para recibir al Papa y participar en la misa", dijo el portavoz del gobierno de Kenia, Manoah Esipisu.