"Yo entiendo esta obra, para mí no fue una ofensa", dijo el pontífice en el viaje de regreso de su gira por Latinoamérica y aclaró que hay que contextualizarla con el momento en el que vivió el artista que la creó, el jesuita español afincado en Bolivia Luis Espinal, torturado y asesinado.

El regalo de Evo Morales al papa, una cruz con forma de hoz y martilloque había diseñado el jesuita Luis Espinal, generó polémica entre aquellos que lo consideraron un insulto o algo ofensivo contra la religión.

El papa argentino indicó que no sabía que el padre Espinal era también escultor y poeta y calificó el objeto de "arte de protesta".

Puso como ejemplo de este tipo de arte una escultura que vio en Buenos Aires y que representaba a un Cristo sobre un bombardero y que quería servir de crítica para "un cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea".

Reconoció que el arte de protesta, "en algunos casos, puede ser ofensivo", pero que esta vez no lo fue y que se ha llevado consigo el regalo que le hizo Morales.