Hoy se conocerá la sentencia del juicio por el robo de bebés en la dictadura. A esta altura hemos escuchado, documentado, los horrores de aquellos años, pero estos crímenes persisten en el tiempo, porque muchos de los chicos nacidos en cautiverio aún desconocen su verdadera identidad.

El juicio fue muy especial, porque testimoniaron estos chicos, ya adultos, que ahora conocen su verdadera historia, y hoy escucharán la sentencia a quienes los criaron en la mentira.

El juicio debe servir también para medir el monumental trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo, que siguen aún buscando a más de 300 nietos nacidos en cautiverio.