La fuerte tormenta con vientos superiores a 100 kilómetros por hora e intensas lluvias afecta parte del territorio británico y de Europa continental. De hecho, el transporte se vio afectado en Reino Unido.

El primer ministro británico, David Cameron, describió estas muertes como "sumamente lamentables". Estas inclemencias dejaron también un muerto en Francia, tres en Alemania, uno en Dinamarca y dos en Holanda.

La tormenta, llamada "Christian" en Francia y bautizada como "San Judas" en los medios británicos en honor al patrón de las causas perdidas que se celebra este lunes, abandonó Reino Unido a última hora de la mañana para dirigirse hacia Holanda, Dinamarca y
el norte de Alemania.

Un hombre de unos 50 años perdió la vida en la ciudad británica de Watford cuando un árbol aplastó su coche.

En Hever perdió la vida una joven de 17 años que dormía en una caravana que fue alcanzada también por un árbol derribado.

En el tanto, un chico de 14 años está desaparecido en East Sussex y se cree que podría haber sido arrastrado hacia el mar.

En Holanda, una mujer falleció también dentro de su vehículo en la ciudad de Gracht, mientras que otra persona resultó herida en las mismas circunstancias, consignó la agencia de noticias DPA.

La tormenta provocó fuertes inconvenientes en el tráfico aéreo y por carretera en el sur de Reino Unido, y paralizó casi por completo el transporte por ferrocarril.

Entre otras, se vio afectada la conexión ferroviaria con Francia a través del Canal de la Mancha, así como partes del trazado del metro de Londres que transcurren al descubierto.

También se vieron afectados los aeropuertos de Gatwick, Stansted, Luton y otros del sur del país.

Los vientos de hasta 160 kilómetros por hora dejaron sin electricidad a 535.00 hogares británicos, mientras que en el oeste de Francia unas 75.000 viviendas sufrieron cortes en el suministro.

Unos 460.000 hogares quedaron sin electricidad en Gran Bretaña y 75.000 en Francia. A las 18H00 GMT, 166.000 hogares británicos
seguían sin electricidad. La actividad de la central nuclear británica de Dungeness B Power (sur) se detuvo durante varias
horas por precaución.

El palacio de Buckingham, en Londres, también perdió algunas tejas y dos ventanas quedaron dañadas. La reina no se encontraba
en el edificio cuando llegó la tormenta.

La mayoría de los trenes que iban a la capital desde el sur y el oeste de Inglaterra fueron anulados el lunes y las perturbaciones duraron todo el día.

Unos 130 vuelos, es decir, el 10% del tráfico diario, fueron anulados en el aeropuerto de Heathrow.
La tormenta ha llegado a afectar el volumen de intercambios en la Bolsa ya que muchos trabajadores no pudieron llegar hasta la
City.

El organismo de previsión meteorológica Met Office, que registró vientos de 160 km/h, multiplicó las alertas este fin de semana.
Las autoridades querían evitar que se repitiera lo sucedido en 1987, cuando minimizaron el impacto de lo que fue la peor tormenta
desde 1703, que dejó 18 muertos.

En Francia, los vientos alcanzaron hasta 147 km/h en el norte, según Météo France, el Servicio Nacional Meteorológico. Los transportes marítimos, por carretera y ferroviarios sufrieron perturbaciones. 

El tráfico de transbordadores entre Francia y Gran Bretaña estuvo interrumpido varias horas y dos barcos de la compañía P&O,
que transportaban a más de 400 personas, estuvieron bloqueados varias horas frente a las costas inglesas, tras el cierre del
puerto de Dover.

En Alemania, la circulación de trenes regionales en el land de Schleswig-Holstein, fronterizo con Dinamarca, fue interrumpida el
lunes por la tarde y el tráfico ferroviario se vio también perturbado en Mecklembourg-Poméranie, lindante con Polonia y el mar Báltico.

También se señalaron perturbaciones en Hamburgo, segunda ciudad alemana, así como en las conexiones ferroviarias entre esta ciudad
y Berlín y entre Hanóver y Berlín.