La semana pasada, David Bowie tuvo una idea. Su nuevo single, «Love Is Lost», iba a ser lanzado y necesitaba un videoclip. Es por eso que, evitando los invitados famosos y la producción ostentosa, al artista británico agarró su cámara, rescató un par de marionetas de su archivo y escribió, filmó y editó el vídeo entero el pasado fin de semana en el oscuro pasillo de su oficina en Nueva York.

Según explica Sony en una nota de prensa, Bowie se encargó de todo junto a su asistente Jimmy King (en la cámara) y su mejor amiga, Coco Schwab. El peculiar equipo trabajó cada noche hasta terminar el vídeo la mañana del pasado lunes 28 de octubre, a tiempo para poder enviarlo y publicarlo.

El resultado de esta rápida producción es un gótico argumento de extraño movimiento, ideal para Halloween, y que puede adquirise en iTunes por solo 12,99 dólares, lo que costó el USB donde Bowie y compañía descargaron el vídeo terminado.