Francisco: "El mar Mediterráneo no puede ser un cementerio de inmigrantes"
En un duro discurso en Estrasburgo, el Papa pidió que Europa abra sus brazos a los inmigrantes ilegales y le pidió "redescubrir su alma buena".
"¿Qué dignidad podrá encontrar una persona que no tiene qué comer o el mínimo necesario para vivir o, todavía peor, el trabajo?", aseguró Francisco ante los eurodiputados.
El Papa agregó: "No se puede tolerar que millones de personas en el mundo mueran de hambre mientras toneladas de restos de alimentos se desechan cada día".
Con respecto a la inmigración ilegal africana, que todos los días inunda las costas europeas, la máxima autoridad de la Iglesia Católica afirmó que "no se puede tolerar que el Mar Mediterráneo se convierta en un gran cementerio. En las barcazas que llegan cotidianamente a las costas europeas hay hombres y mujeres que necesitan acogida y ayuda".
El Pontífice también le dijo a los integrantes del Parlamento Europeo que "ha llegado la hora de construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía sino a la sacralidad de la persona humana. Ha llegado el momento de abandonar la idea de una Europa atemorizada y replegada sobre sí misma".