El papa Francisco volvió a condenar la corrupción y alertó que la política está "desacreditada" por el fenómeno de los sobornos. El Sumo Pontífice, además, se refirió a la caída de la natalidad en Europa, la prostitución infantil y el rol de la mujer en la Iglesia.

"El problema de hoy es que la política está desacreditada, devastada por la corrupción, el fenómeno de los sobornos. La corrupción es por desgracia un fenómeno mundial. Hay incluso jefes de Estado que se encuentran en presos por eso", apuntó Francisco, durante una extensa entrevista con el diario italiano Il Messaggero.

El Papa advirtió que "el corrupto no tiene amigos, sólo cómplices" y, pese a reivindicar la función política, sostuvo que "si no hay servicio en la base, no se puede entender la identidad de la política". "No digo que sean todos corruptos, pero creo que sea difícil permanecer honestos en política. A veces es como si algunas personas estuvieran fagocitadas por un fenómeno endémico, a diferentes niveles, transversal", subrayó.

Francisco, además, señaló que "tantos males crecen" en momentos de "cambios de época" como el que vive hoy el mundo, porque son momentos en los que se "alimenta la decadencia moral, no solo en política sino también en la esfera financiera o social".