El Papa Francisco expresó su "profundo dolor" tras los atentados en París e insistió que "utilizar el nombre de Dios para justificar esta vía es una blasfemia". 

Francisco también denunció la "barbarie" de los atentados que dejaron al menos 129 muertos en la capital francesa y pidió a los fieles que lo acompañaran en unos minutos de silencio. 

Durante la oración del Ángelus en la Plaza San Pedro, el Papa condenó los actos violentos y de odio vividos en París y envió sus condolencias "al presidente de la República Francesa y a todos los ciudadanos".

Tanto horror "nos deja consternados y nos interroga sobre cómo puede el corazón humano idear y cometer actos tan horribles, que han trastornado no solo a Francia sino al mundo entero", agregó el pontífice desde el balcón del Palacio Apostólico. 

"Deseo volver a afirmar con vigor que el camino de la violencia y del odio no resuelve los problemas de la humanidad y que utilizar el nombre de Dios para justificar este camino ¡es una blasfemia!", afirmó, suscitando una calurosa ovación de los numerosos asistentes.