Francisco les pidió perdón a los metodistas valdenses por las persecuciones y matanzas católicas
"Caminemos juntos", exhortó el sumo pontífice católico tras visitar el arzobispado de Turín y visitar el templo valdense para reunirse con sus autoridades.
En el segundo y último día de su viaje a Turín, el papa Francisco pidió "perdón", en nombre de la Iglesia católica, a los representantes de la Iglesia metodista valdense "por las actitudes no cristianas" contra ellos. "De parte de la Iglesia Católica, les pido perdón por las actitudes y los comportamientos no cristianos, incluso no humanos que, en la historia, tuvimos contra ustedes. En nombre del Señor Jesucristo, ¡les pido perdón!", aseveró Francisco en su visita a un templo valdense durante su estadía en la ciudad del norte italiano.
"Caminemos juntos", los convocó el sumo pontífice tras visitar el arzobispado de Turín y dirigirse en coche al templo valdense, donde fue recibido por el moderador de la Mesa valdense, el pastor Eugenio Bernardini, por el presidente del consistorio de la Iglesia evangélica valdense de Turín, Sergio Velluto, y por el titular de la Iglesia valdense de Turín, el pastor Paolo Ribet. En su discurso, el santo padre agradeció "la cordial acogida que hoy me reservan, me hace pensar en los encuentros con los amigos de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata, con los que pude apreciar la espiritualidad y la fe, y aprender tantas cosas buenas".
Después, el pontífice subrayó que "uno de los principales frutos que el movimiento ecuménico y ha permitido alcanzar en estos años es el descubrimiento de la fraternidad que une a todos los que creen en Jesucristo y que fueron bautizados en su nombre", y explicó que ese lazo "no se basa en criterios simplemente humanos, sino en ese compartir radicalmente la experiencia que funda la vida cristiana: el encuentro con el amor de Dios que se revela a nosotros en Jesucristo y la acción transformadora del Espíritu Santo, que nos asiste en el camino de la vida". Por ello, el Papa indicó que volver a descubrir "tal fraternidad nos permite apreciar el profundo vínculo que ya nos une, a pesar de todas nuestras diferencias".
"Desgraciadamente, sucedió y sigue sucediendo que los hermanos no aceptan sus diferencias y acaban haciéndose la guerra, el uno contra el otro. Reflexionando sobre la historia de nuestras relaciones, no podemos más que entristecernos frente a las contiendas y a la violencia cometida en nombre de la propia fe, y pido al Señor que nos dé la gracia de reconocernos todos pecadores y de sabernos perdonar los unos a los otros", aseguró luego Francisco. Ayer, en el primer día de su viaje, Francisco veneró el "Santo Sudario", al que se refirió como un "ícono del amor" de la Virgen por su hijo Jesús que, a su juicio, refleja "el rostro de cada persona que sufre y que es injustamente perseguida".