“La censura no existe mi amor”, fue una sencilla genialidad de Juan Carlos Baglietto. Y tiene razón. Yo lo digo por algunas cosas incomprensibles que ocurrieron en estos últimos tiempos.

La censura no existe mi amor.

No es cierto que después de Cosquín se haya callado el cantor. Raly Barrionuevo es de los que nunca se calla. Pero no hizo ni una sola declaración mas al respecto desde aquel día. Y eso que Raly seguro que en alguna peña supo corear aquella letra maravillosa de Horacio Guarany que decía: “ Si se calla el cantor, calla la vida, si se calla el cantor, muere de espanto, la esperanza la luz y la alegría”. ¿Qué pasó aquella noche? Mientras el Raly cantaba su combativa canción “Ey, paisano” una pantalla gigante mostraba un video donde se apoyaba la lucha del pueblo de Famatina contra la minería que envenena las venas abiertas de América Latina. Canal 7, la mal llamada televisión pública gambeteó como pudo esas imágenes y en los cuatro minutos que duró el tema solo puso en pantalla plena el video de protesta por dos segundos. Menos del 1%. Dos segundos sobre 240. Raro, ¿no le parece? El Raly le decía con su voz al paisano que no deje que le quiten ni siquiera su dolor.
 
Que no deje que lo coma la televisión porque allí casi todo es mentira. Cantaba eso y después se iba a enterar que su proclama por Famatina solo mereció dos segundos en plenitud. En ese tema el Raly también habla de los asesinos sueltos de Kosteki y Santillán y ahora le agregó a los de Mariano Ferreyra porque como el mismo canta, todos hacemos política al caminar.

La censura no existe mi amor.

No es verdad que un artista creativo y profundo como Adrián Caetano haya defraudado las expectativas propagandísticas del kirchnerismo, corriente política con la que simpatiza el director de cine. A los productores no les gustó el producto que editó Caetano y por eso ya hubo divorcio y están buscando a otro realizador que interprete mejor la vida de Néstor Kirchner y se sume al intento de beatificación oficial. Caetano no se quejó, pero confesó que le daba tristeza la situación.
La censura no existe mi amor.

Es mentira que el programa de radio de la revista Barcelona haya desaparecido del aire de Radio Nacional a partir de este año. Nada tiene que ver que su director, Pablo Marchetti haya entrado en polémica con La Cámpora luego de convertirse en la pareja, o el compañero, de la diputada Victoria Donda. Fue una casualidad que María Seoane haya decido no renovarles el contrato.
La censura no existe mi amor.

Miente la periodista Marina Abiuso en la revista Noticias cuando relata la patoteada antidemocrática que sufrió por parte de los custodios del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou. Son inventos de Jorge Fontevecchia que se hayan enojado porque Marina y el fotógrafo Eduardo Giménez hicieron su tarea al mostrar a Boudou chacoteando en una pileta de Mar del Plata mientras la presidenta cursaba el postoperatorio y pese a que ella les había pedido que no se tomaran ni un minuto de vacaciones. Tal vez se molestó porque en traje de baño se vió un vicepresidente mas rellenito y menos galán de lo que cree. Pero los custodios, como en los peores tiempos, le sacaron la cámara de fotos y el grabador digital a los periodistas. Quisieron llevarse el chip de la memoria que finalmente no encontraron y supervisaron los audios como si fueran de la Gestapo. “Nos van a tener que acompañar a la comisaría”, dijo el jefe y les señaló el patrullero como si le hablara a dos delincuentes. Es mas, uno de ellos tuvo la repudiable idea de decir que amenazar con que “si estuvieramos en Alemania, esa cámara estaría hecha pelota contra el suelo”.
La censura no existe mi amor.

Por supuesto que es un invento de los medios eso de que la Ley antiterrorista sea una antecedente peligroso y que haya levantado críticas hasta en el riñón del kirchnerismo. Nadie cree que la Dirección de Seguimiento y Monitoreo de Medios haya incorporado 40 personas para llamar a los periodistas y felicitarlos por su tarea independiente. Todo el mundo lo sabe:
La censura no existe mi amor.
La censura no existe mi
La censura no existe
La censura no
La censura
La.