Cuando Diego mordió la manzana, nació un nuevo pecado original.Conviene revisar aquel episodio del que se cumplirán dos años en poco tiempo y que ha significado un quiebre en sus posturas de hombre público.Maradona pactó con Grondona y ya nada será igual al menos para quién articula éste enfoque.Sí claro, también lo hizo un pro-hombre como Marcelo Bielsa o un maestro como José Pekerman, no obstante ambos pudieron despegarse a tiempo o mantener una distancia de ese indudable magnetismo.
Diego saltó la medianera y sus rebeldías hacia el poder mismo y sus principios confrontativos, se domesticaron peligrosamente para formar parte, de aquello que lo mantuvo en el frente de batalla durante casi toda una vida como espadachín de la edad media.
No ha podido sostener sus posturas a excepción de las pintorescas rabietas hacia Pelé que con los años fueron prescribiendo por falta de una renovación conceptual; las otras, las que le permitían con donaire y atrevimiento poner el dedo en la yaga, se fueron adormeciendo en su imaginario dossier o recluyendo a medida que su integración al staff, se lo sugería.

Ya no habla contra el despotismo de Blatter y de Don Julio, tampoco confronta con el periodismo más influyente en la opinión pública, por el contrario, concede primicias y marca la cancha para recibir a cambio protección y preferencia.
Los escarceos con personajes menores que se pueden localizar desde que es técnico de la selección Argentina, son la justificación de los otras relaciones.Llegó a Pretoria con escaso crédito y sin embargo conservando su carisma y la devoción que como resabio perdura de sus épocas de titán, logro revertirlo sin que tal logro, llegara a destino, no por la filípica ante los alemanes, sino por la recaída hacia la sordera y la miopía.
Han sido mas frustrantes para la afición, las conclusiones sin revisión introspectiva y sus inaceptables códigos de amiguismos a éste nivel, que la incompetencia para atender las señales que llegaban de la producción de su equipo a medida que crecían las dificultades deportivas en Sudáfrica.

Todo terminó traumaticamente y tengo la impresión, que la gran mayoría está saturada de esos escenarios a los que nos lleva periódicamente, su vida apasionada y frenética.
Ya no alcanza con sentir como nadie los colores nacionales, él último mundial fue el final de los proyectos personales o debiéramos así interpretarlos por estos pagos…el final de una gestión de aislamiento y complicidad para el cargo de entrenador de un equipo de elite y la expiración de un unicato como el del presidente de la AFA.
Duele llegar a esta conclusión, pero ambos no se han enterado que los sistemas más racionales observan estos fenómenos de caudillismos y frivolidades, como un gesto anacrónico.

Diego ahora mas que nunca enancado en el poder político, desafía a Grondona, lo sabe frágil y también dispuesto a todo, como siempre, para sostener su emporio desde calle Viamonte, por eso éste espectáculo con características de sainete y donde el fútbol no ocupa el centro del cuadrilátero claro está…
Volverán a pactar con mayor desconfianza, la continuidad de un proceso (ahora sí vale la expresión), donde la idoneidad ha quedado en clara posición adelantada.


Néstor Clivati
Competencia