Los miles de usuarios que utilizan a diario la línea B de subtes se encontraron con las puertas de las estaciones cerradas y el cartel de: "Servicio interrumpido".

Esta vez los inconvenientes para viajar surgieron a raíz de una protesta del Sindicato de Trabajadores del Subte (STS), una nueva pata gremial que no responde a la UTA ni a los metrodelegados.

 
Antonio Morales, su secretario general, aseguró: "Estamos haciendo esta medida de fuerza porque hubo agresiones a compañeros en varias líneas; pedimos reuniones con las autoridades de Metrovías y con el gobierno de la Ciudad y no recibimos respuesta".