Los miles de usuarios que utilizan a diario la línea B de subtes se encontraron con las puertas de las estaciones cerradas y el cartel de: "Servicio interrumpido".

Esta vez los inconvenientes para viajar surgieron a raíz de una protesta del Sindicato de Trabajadores del Subte (STS), una nueva pata gremial que no responde a la UTA ni a los metrodelegados.