Si la actuación de la Super Bowl 2014 fue polémica por el playback de Red Hot Chili Peppers, la de 2015 promete ser bien movidita, y eso que todavía quedan meses para que llegue: desde hace unos días, Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) está sondeando a diferentes artistas para comprobar si estarían dispuestos a pagar por tocar en el concierto de la final, lo que ha desatado las iras de los representantes de bandas como Metallica o Arcade Fire.
“Se vende descanso”, bromeaba Dennis Arfa, representante de Metallica o Billy Joel, en la revista Rolling Stone. “Si fuera una banda joven y tuviera un respaldo multimillonario, me encantaría comprar mi camino hacia el intermedio del Super Bowl, pero “¿Va a pagar Paul McCartney por tocar? Lo dudo”.
Menos delicadeza demostró David T. Viecelli, agente de Arcade Fire, Mumford & Sons o St. Vincent: “Obviamente, es una bendición de marketing tocar en el medio tiempo, pero espero que todo el mundo les diga que se vayan por ahí”.