El viernes por la tarde el filósofo Tomás Abraham visitó los estudios de Radio Continental, fue entrevistado por la periodista María Odonnell. Al terminar la nota, el taxi que le habíamos pedido nunca llegó y cómo ambos íbamos para el mismo lado paramos otro vehículo. Tarde con tránsito, del centro a Palermo fueron más de 40 minutos en donde descubrí (en persona), la pasión de un filósofo por el fútbol.

Tomás comenzó a indagarme sobre la radio, y me confesó que todo el día la escucha, ya que trabaja en su casa donde tiene su propio estudio. Pero no los programas de actualidad sino siempre fútbol. A las 13 almuerza y por unos momentos apaga la radio para volver con el fútbol, pero está vez en el televisor.

Este deporte lo divierte, lo distrae, y hablando más como un periodista deportivo que cómo un filósofo de jerarquía , me cuenta que mientras más “chanta”, sea el periodista es mejor. Porque son los que más información tienen.

En este campeonato de Transición, el último torneo corto, Vélez siempre silbando en vos baja, con los “veteranos” que rinden y los pibes que se acoplan bien, ganó dos partidos al hilo y es puntero.

Abraham me anticipó por qué el Fortín (el club se sus amores) iba a andar bien este campeonato. La respuesta es fácil no tiene ninguna presión, es un equipo de barrio donde se manejaron bien la cosas en los últimos años y ganó mucho.

Todavía con la resaca del Mundial, le pregunté si era real la extraña cábala que tenía para que gane el equipo de Sabella. En el diario Clarín escribió una columna que me llamó la atención “Con la pelota en la mano y el horno prendido”, donde contaba que cómo su mujer prendió el horno en el primer partido y Argentina ganó, lo tuvo que seguir haciendo en el resto del partidos. ¡Claro se me quemaron las empanadas!, expresó entre risas.

Cuando levanté la vista ya estábamos llegando a destino. Bajó del taxi, me había dado una clase de fútbol mezclada con filosofía en un lenguaje común. El taxista estuvo en silencio todo el viaje, pero con más atención en la charla que en el tránsito.



Racing se ilusiona- La academia le ganó a San Lorenzo, el campeón de América y también sumó dos victorias seguidas. Con una tarea prolija le bastó al equipo de Diego Cocca superó a un Ciclón que pareció haber sufrido el desgaste de la final de la Libertadores.