Durante el acto inaugural, Macri anticipó que hay un proyecto de ley en la Legislatura Porteña impulsado por Crisitian Ritondo para que la estación Flores se pase a llamar Papa Francisco. "Ojalá se pueda dar, sería algo mas para reconocer a nuestro Papa", afirmó el Jefe del PRO y agregó: "Ojalá que algún día pueda volver a usar esta línea A que tanto utilizó en el pasado".

Además, cuando inició la habilitación, Macri aseguró que "es un sueño cumplido integrar a la gente de Flores." Aprovechó para agradecerle a todos los vecinos porque "las obras siempre generan molestias".

Con respecto al subte, Macri manifestó que querían renovar la línea A "por seguridad" porque "los coches belgas no daban para mas".

El PRO aprovechó para recordar que "casi el 90% de la gente de la ciudad se mueve con transporte público", y que por eso "ponemos toda nuestra energía en mejorarlo." En el mismo tono, Mauricio Macri halagó la gestión de su partido: "Seguimos mostrando que desde la política podemos mejorar la vida de todos. Nos tiene que dar energía para seguir haciendo politica de otra manera".

El objetivo del gobierno porteño era inaugurar estas estaciones un mes atrás, pero esto tampoco pudo ser posible por los recordados incidentes con los trabajadores de la línea B, los cuales estuvieron de paro. Además, si bien estaban listas desde el 2007, por obras de infraestructura complementaria la habilitación no se pudo llevar a cabo.

El último antecedente de una inauguración, fue la problemática línea B con sus estaciones Rosas y Echeverría. En este caso, los metrodelegados se oponían a llevar los trenes ahí porque denunciaban problemas de seguridad, además de una alteración en los horarios de trabajo. Igualmente, aseguraron que en el caso de la línea A esto no sucederá: "Revisamos las estaciones y no hay fallas como sí las había en la línea B", aseguró Enrique Rositto, secretario de prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro.

Para albergar el nuevo trayecto y la nueva ola de pasajeros, habrá una incorporación de dos formaciones, de 5 vagones cada una marca Siemens Schuckert. El objetivo es mantener la frecuencia entre servicios. Los metrodelegados ya advirtieron que este refuerzo no es suficiente y que habrá demoras.

De todas formas, en la Ciudad pretenden aumentar la flota de coches de todos los subtes ya que la Legislatura debe aprobar un proyecto que autoriza tomar un préstamo de 109 millones de pesos para comprar 105 vagones chinos cero kilómetro.

Las nuevas estaciones son muy accesibles y cuentan con varias facilidades. Entre ellas, ascensores, escaleras mecánicas y pasamanos en sistema braille. Además, contarán con máquinas de carga de tarjeta SUBE, baños públicos, servicio gratuito de Wi-Fi y terminales de reclamos y autoconsulta.

La cabecera final de la línea A se ubicará en el cruce de Rivadavia y Nazca, siendo la última estación de una línea que en diciembre cumplirá 100 años. Fue en 1913 cuando fue inaugurada por primera vez, haciendo un recorrido entre Plaza de Mayo y Plaza Miserere.