Dependiendo de los resultados que se den el próximo lunes, los argentinos podrían encaramarse a lo más alto del grupo, si bien su rival en esa fecha es la vigente campeona olímpica, Estados Unidos.

El sólido arranque argentino (5-11, 12-19) se cimentó en la labor de su incombustible cinco inicial en el que faltaba Prigioni, aún sin estar al cien por cien por las secuelas que le produjo el cólico nefrítico que sufrió hace unos días.

Nigeria respondía a base de triples obra de Skinn, Oguchi y Obasohan, pero el acierto de Ginóbili -perfecto en el lanzamiento-, un vibrante mate y personal de Nocioni y el trabajo sobrio de Scola en la zona dispararon a la albiceleste.

De hecho, otro mate tras robo de balón de Delfino dejó el marcador en 19-37 al término del primer periodo, momento en el que la pérdida por lesión del base Tony Skinn empeoró la situación para los africanos.

Con Prigioni en cancha, Argentina mantuvo su marcha imperial.

Todo lo contrario que su contrincante, muy desubicado sin la presencia de su base titular y desacertado en el tiro, a lo que contribuyó de forma notable la gran defensa de Juan Pedro y Leonardo Gutiérrez.

El equipo de Julio César Lamas, jugando con energía y sabedores de la superioridad sobre su rival, siguió aumentando la renta (28-52, m.17) aprovechando sus magníficos porcentajes de tiro (por encima del 70 por ciento durante muchos minutos) y las facilidades en defensa de su rival (permitieron hasta 18 asistencias en los primeros 20 minutos).

Más relajados pero sin perder la concentración, los sudamericanos dieron tiempo de juego a hombres como Federico Kammerichs, que debutaba así en el campeonato olímpico, y aunque la intensidad bajó unos grados, las facilidades de Nigeria impedían que el choque adquiriera mayor relevancia.

Campazzo, que ha crecido en su juego desde la baja de Prigioni pero al que le falta mayor incidencia en la faceta anotadora, no encontró grandes problemas para dirigir a los suyos en un tercer cuarto de lo más reposado (55-73, m.28) donde también vio minutos el pívot Martín Leiva.

En un último cuarto repleto de minutos de la basura, Argentina se limitó a controlar el tempo de juego, no cometer pérdidas de balón y encontrar al hombre mejor situado, casi siempre un Scola omnipresente en la pintura.

Eso sí, Nigeria aprovechó para maquillar un resultado que siempre fue meridianamente ventajoso para su rival, cuyos jugadores acabaron cantando y coreando el nombre de Argentina con su estruendosa afición.

Ficha técnica:

79 - Nigeria (19+18+20+22): Skinn (3), A.F. Aminu (10), Obasohan (15), Oyedeji (3), Diogu (16) -equipo inicial-, Ibekwe (3), Oguchi (12), Archibong (-), Oruche (7), Ugboaja (6) y Alade Aminu (4).

93 - Argentina (37+20+19+17): Campazzo (3), Ginóbili (13), Delfino (18), Scola (22), Nocioni (17) -cinco inicial-, Juan Pedro Gutiérrez (9), Leo Gutiérrez (9), Kammerichs (-), Mata (-), Leiva (2).

Árbitros: Cristiano Maranho (BRA), Michael Aylen (AUS) y Samir Abaakil (MAR). Sin expulsados.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del grupo A del torneo olímpico de baloncesto, disputado en el Basketball Arena de Londres ante unos 3.500 espectadores.