Argentina volvió con todo y derrotó 3 a 1 a Venezuela en Caracas
El conjunto nacional había tenido oportunidades pero el partido se le destrabó por la patada artera y expulsión de Adrián Martínez. Lautaro Martínez, Ángel Correa y Joaquín Correa convirtieron los tantos. Soteldo descontó.
La Selección Argentina volvió a competir tras el título obtenido en la Copa América ante Brasil. Enfrentaba a un equipo ubicado en los últimos puestos pero con jugadores interesantes, y pasó claramente la prueba. Le gano 3 a 1 a Venezuela en Caracas con goles de Lautaro Martínez, Joaquín Correa y Ángel Correa. Yefferson Soteldo descontó para el local. El equipo nacional jugo con un hombre más desde los 30 del primer tiempo.
Durante los primeros minutos, el encuentro fue de ida y vuelta. Incluso, la Vinotinto trató de adueñarse de la pelota y el protagonismo, y lo consiguió en parte. Tuvo un poco más de tenencia e intentó crear juego, pero no fue punzante. Las pocas que pudo terminar, las finalizó con remates de afuera del área.
El equipo de Lionel Scaloni debió sortear la primera línea de presión y a partir de ello encontró espacios. Incluso, en alguna acción pudo hasta contraatacar. De arranque tuvo una oportunidad a partir de una buena jugada de Marcos Acuña por la izquierda, que finalizó con un remate de Rodrigo De Paul que dio en el travesaño.
A los 28, la albiceleste construyó otra acción clara. De Paul abrió para Giovani Lo Celso y este remató desde un costado. Wuilker Faríñez dejó un rebote corto y Lautaro Martínez, desde el piso, no pudo corregir. En la elaboración de esa jugada, Alejandro Martínez, que recién había ingresado por el lesionado Velázquez, le pegó a Messi una patada descomunal y criminal.; realmente una de las más duras que ha sufrido su carrera. Insólitamente el árbitro uruguayo Leodan González sólo lo amonestó y tuvo que recibir asistencia del VAR para aplicar justicia ante tal bestialidad y echarlo. Esa acción quebró el encuentro.
Tras la expulsión Argentina ejerció una tenencia mucho más sostenida de la pelota. Si bien con menos espacio le costó un buen rato volver a encontrar una oportunidades, sobre el final del primer tiempo volvió a llegar y concretó. Ángel Di María fue encerrado pero salió de manera milagrosa con gambeta y se la dio a Lo Celso, que con paciencia metió un pase bochinesco entre líneas. Lautaro Martínez, frente al arquero, definió de zurda y puso el 1 a 0.
En la segunda mitad, el campeón de la Copa América jugó a placer. Movió la pelota con paciencia ante un equipo que solo atinó a defenderse con todos sus hombres pero sin demasiada intensidad. Sólo por unos minutos perdió cierta intensidad y el local realizó algún acercamiento medianamente riesgoso, como un remate de lejos de Yeferson Soteldo, que se desvió en Germán Pezzella y pasó cerca del palo derecho de Emiliano “Dibu” Martínez.
Pero, finalmente, a los 20, con una muy buen jugada elaborada, Argentina convirtió el segundo. Joaquín Correa que había entrado unos minutos antes, tocó con Messi, que a su vez se la dio a Lautaro Martínez. El delantero rebotó corto y de primera para que el mismo Correa le dé fuerte contra el palo derecho desde la puerta del área.
Un puñado de minutos más tarde, el otro Correa, Ángel, también se anotó en el resultado. Tras una excelente acción entre Messi y los dos Correa, Lautaro Martínez pateó, Faríñez dio un rebote un poco largo y el 10 del Atlético Madrid definió en el rebote.
Sobre el final, la Vinotinto descontó desde el punto del penal. Soteldo, el mejor jugador del local, se metió en el área y cayó ante un levísimo contacto del pie derecho de Alejandro "Papu" Gómez. La jugada pasó y varios minutos después, por recomendación del VAR, el árbitro revisó la acción y dio un dudoso penal. El propio delantero ex Santos la picó y venció a "Dibu" Martínez, pero no hubo tiempo para más.
Argentina sumó de a tres de visitante, fue muy superior al rival, jugó con tranquilidad, reguló y pudo terminar sin ningún amonestado que se pierda el duelo ante Brasil. Incluso pudo convertir algún gol más. Al equipo nacional se lo ve suelto y con confianza tras la consagración. A pesar de que el rival no era de fuste, lo dominó de punta a punta casi sin fisuras, incluso teniendo en cuenta el gol final.