Argentinos descendió a la B Nacional
A tres fechas de la finalización del campeonato, el equipo de Claudio Borghi padeció la mala campaña y la próxima temporada jugará en el ascenso.
Argentinos Juniors, club insignia de la identidad futbolística nacional, sufrió el cuarto descenso en su historia, con la angustia de hacerlo bajo la dirección técnica de Claudio Borghi, uno de los máximos ídolos de la institución, hasta hoy siempre asociado a momentos de gloria.
"Bichi", no obstante, sólo le puso la cara desde principios de año a un decadente proceso de tres temporadas, que también incluyó a sus colegas Pedro Troglio, Néstor Gorosito, Leonardo Astrada, Gabriel Schurrer, Fabián Desarrasqueta -interino- 7 y Ricardo Caruso Lombardi.
El equipo de La Paternal quedó condenado por una magra cosecha de 126 puntos en 111 encuentros, repartidos de la siguiente manera: 49 en la temporada 2011-12 (Troglio, Gorosito y Astrada); 37 en la 2012-13 (Astrada, Schurrer, Desarrasqueta y Caruso Lombardi) y 40 en la actual (Caruso y Borghi).
Su actual DT, que llegó al club para la desarrollo del torneo Final 2014 con la ilusión de salvar la categoría, no pudo torcer el rumbo con una mala campaña 15 puntos.
Apenas tres victorias, seis empates y siete derrotas recogió el "Bichi" en su segundo ciclo como entrenador de Argentinos, al que condujo para su último título en el Apertura 2010.
Pese al fracaso, su figura quedó intacta para los hinchas, siempre agradecidos por el gesto afectivo de regresar al club que lo formó y en el que fue campeón como jugador (Metropolitano 1984, Nacional 1985, Copa Libertadores 1985 y Copa Interamericana 1986).
Distinguido como el "Semillero del Mundo", Argentinos le dio la espalda a su historia para descender nuevamente a la B Nacional, al hacerlo con un plantel mayoritariamente compuesto por jugadores incorporados y escasa jerarquía.
El retorno del atacante Leonardo Pisculichi, uno de los últimos símbolos de sus divisiones inferiores, tampoco fue suficiente para torcer el rumbo a la segunda división.
Entonces, la entidad que preside Luis Segura hace 12 años debió resignarse a repetir las tristes sensaciones del descenso, las mismas que experimentó en la lejana temporada de 1941 y que revivió, mucho más cercanas, en 1996 y 2002.