Llegó la hora: 64 años después del Maracanazo, Brasil tiene la oportunidad de conquistar un Mundial en su casa. Esta tarde inicia el largo camino hacia la sexta estrella, enfrentando a Croacia, una equipo bien armado y listo para amargarle la fiesta.

Para el equipo de Luiz Felipe Scolari sólo vale un triunfo en el Arena Corinthians de San Pablo, ante cerca de 61.000 personas, para poner los cimientos de una campaña que tiene como única meta lograr el título en la final del próximo 13 de julio en el Maracaná.

Enfrente, el equipo anfitrión tendrá a una Croacia que disputa su cuarta Copa del Mundo con su mejor generación de jugadores después del grupo abanderado por Davor Suker, que terminó tercero en el Mundial de 1998.