A Colombia le hizo mal haber convertido con tanta rapidez. El gol a los cinco minutos del primer tiempo de Pablo Armero, tras un buen desborde de Juan Cuadrado, le cambió la mentalidad al equipo de Perkeman. Le regaló la posesión a su rival y sufrió con alguna que otra pelota parada. Dudas en los primeros 45.

El gol de Teo Gutiérrez, a los 12 de la segunda mitad, sentenció la historia. A partir de ahí fue un monólogo de Colombia, que con jugadores como James Rodríguez (convirtió en el final) y Víctor Ibarbo supo manejar la pelota y enfriar el encuentro. Japón y Costa de Marfil son los otros rivales del conjunto cafetero en el Grupo C. Sabe que tendrá afinar pequeños detalles para mejorar y soñar con la clasificación a octavos.