Junto a los norteamericanos, se clasificaron para la final Rusia (272,595), Gran Bretaña (272,342), Alemania, Japón, China, Ucrania y Francia, por ese orden, aunque en la lucha por las medallas todos partirán de cero.

Después de que los británicos protagonizaran una gran sorpresa en la primera subdivisión al adelantar a los chinos, campeones olímpicos y mundiales, Estados Unidos tomó el mando en la segunda y allí se instaló hasta el final.

Los norteamericanos han sido oro olímpico por equipos en dos ocasiones, St Louis 1904 y Los Angeles 1984, pero hoy se autoalimentaron de buenas sensaciones: compensaron cada error con soberbios ejercicios y nadie les hizo sombra. Estuvieron sobresalientes en suelo y en barra, con Danell Leyva y Jonathan Horton inalcanzables.

Ni Japón como equipo ni su punta de lanza, el tres veces campeón mundial Kohei Uchimura -único del grupo que repite respecto a Pekín- dieron una gran impresión. Uchimura se cayó de la barra y se salió del caballo con arcos, y aun así ocupa la novena posición entre los clasificados para la final individual, merced a destacadas actuaciones en salto y suelo.

La lista de finalistas para el concurso completo la abre Leyva, seguido por el ruso David Belyavskiy y el alemán Fabian Hambüechen.
La primera jornada de competición olímpica en el North Greenwich Arena también abrió el abanico de posibilidades de podio a gimnastas que compiten a título individual, sin equipo completo, pero que hicieron valer su gran condición de especialistas.

Así, el chileno Tomás González Sepúlveda estará en las finales de suelo y de salto, en esta con la tercera mejor nota; el brasileño Arthur Nabarrete disputará la de anillas tras ser cuarto en este aparato, en el que coincidirá con el puertorriqueño Tommy Ramos y el argentino Federico Molinari; y el mexicano Daniel Corral estará en paralelas.

Otro brasileño, Sergio Sasaki Junior, es undécimo en la general individual y peleará en el concurso completo. En cambio, el veterano Diego Hypolito no su pudo quitar el pésimo sabor de boca que le dejó su caída en la final de suelo de Pekín, en la que era favorito para el oro, y hoy volvió a fallar en este aparato, el único que hizo, con una mala recepción en la segunda diagonal que acabó con su rostro sobre el tapiz.
Sorprendió en negativo el decepcionante nivel de Corea del Sur, lejos de aquellas actuaciones que la llevaron al cuarto lugar de los Juegos de Atenas 2004 y al quinto de Pekín 2008. Ya en los Mundiales de 2011 bajó al séptimo puesto por equipos y hoy sus hombres estuvieron imprecisos en todos los aparatos, protagonizaron caídas aparatosas y clavaron contadas salidas.

Mención aparte merece la clasificación del búlgaro Iordan Iovtchev, de casi 40 años, para la final de anillas en sus sextos Juegos Olímpicos. Serán los últimos "con un 99 por ciento de posibilidades", dijo tras competir.
Natalia Arriaga