En una entrevista radial, el ministro afirmó que el problema no es la capacidad de los aeropuertos, que ha sido ampliada, sino la operación.

"Tendremos problemas no en la capacidad aeroportuaria, tendremos problemas en la operación de los aeropuertos que todavía es muy deficiente en Brasil, en relación a los aeropuertos internacionales de punta", dijo Rebelo.

"Tendremos en la Copa del Mundo (del 12 de junio al 13 de julio) y en los Juegos Olímpicos (de 2016 en Rio) una oferta mucho mayor que la demanda proyectada" en los aeropuertos, garantizó.

Brasil espera recibir unos 600.000 turistas extranjeros durante el Mundial, que se sumarán a los tres millones de brasileños que circularán por todo el país para asistir a los partidos.

Ante críticas sobre atrasos en las obras de los estadios, el ministro aseguró que "no vamos a decepcionar ni dejar de entregar lo que nos comprometimos a entregar".

"Todos los estadios estarán listos, incluso el de la apertura", aseguró Rebelo.

El estadio de Sao Paulo, una de las 12 sedes y precisamente la que acogerá el partido inaugural, recién será entregado a la FIFA el 20 de mayo, a menos de un mes del inicio de la Copa.

Según Rebelo, apenas falta la colocación de los asientos temporales: "La iluminación, los servicios, todo ha sido probado", afirmó.