La FIFA se encuentra en un proceso de transformación del fútbol mediante la implementación de nuevas competiciones y formatos. Entre las innovaciones se destaca la expansión de la Copa del Mundo a 48 selecciones, la renovación de la UEFA Champions League con un nuevo formato de tabla general, y la creación de un Súper Mundial de Clubes que incluirá 32 equipos de diversas partes del mundo. Aunque la mayoría de los participantes ya tiene asegurada su plaza, persisten desafíos significativos que deben abordarse, particularmente en lo que respecta a acuerdos con patrocinadores, la elección de sedes y la disponibilidad de los futbolistas.

Según medios italianos, la FIFA no está cerrando acuerdos para los derechos televisivos del Mundial de Clubes, un aspecto crucial para la financiación del torneo. La FIFA había estado buscando interesados en medios de comunicación en América, Europa, Medio Oriente y el Norte de África, pero al llegar el plazo establecido, no se recibió ninguna oferta. Este vacío en las propuestas plantea serias dudas sobre la viabilidad financiera del evento.

Un aspecto adicional a considerar es el horario de los partidos, que todavía no ha sido definido. La participación de equipos de diversas regiones del mundo complica la posibilidad de establecer un horario que sea conveniente para todos los aficionados. Asimismo, la elección de las sedes en Estados Unidos, aunque se han presentado varias opciones, aún no ha sido oficializada, lo que añade un nivel de incertidumbre al evento.

El plan original de la FIFA, liderado por Gianni Infantino, contemplaba obtener ingresos de aproximadamente 4 mil millones de dólares a través de los derechos televisivos para cubrir los costos estimados de 2 mil millones de dólares necesarios para la organización del torneo. Sin embargo, hasta el momento, el único medio que ha mostrado interés en negociar ha sido Apple TV, aunque la oferta presentada se aleja de las expectativas de la FIFA, con una base de mil millones de dólares.

Además de los desafíos financieros y de logística, la FIFA enfrenta presiones por parte de futbolistas y entrenadores. La creciente carga del calendario deportivo ha generado descontento en los vestuarios, y figuras destacadas del fútbol han expresado su preocupación. El contexto se complica aún más con la proximidad de otros torneos, como la Copa de Oro de la Concacaf y la Eurocopa Sub-21, que coincidirán con las fechas propuestas para el Mundial de Clubes, programado entre el 15 de julio y el 13 de junio. Adicionalmente, la FIFPro, la organización que representa a los futbolistas, ha anunciado que continuará con acciones legales contra la FIFA en relación con la cantidad de partidos disputados, una situación que ya ha comenzado a gestarse en países como Inglaterra y Francia.

En resumen, los desafíos que enfrenta el Mundial de Clubes están generando una serie de complicaciones para la FIFA. A pesar de los esfuerzos previos de la entidad por promover el torneo, la falta de acuerdos concretos, la presión de los jugadores y la coincidencia con otros eventos deportivos están poniendo en riesgo la realización de esta nueva competencia. La situación requiere atención urgente, ya que el tiempo avanza y las incertidumbres persisten en torno a la organización del evento.