F1: Alonso dominó la lluvia y volvió a la victoria en el Gran Premio de Malasia
El español dio cuenta de la buena estrategia de Ferrari para afrontar la pista mojada y arrasó en Sepang para colocarse como líder del Mundial. Segundo fue el mexicano Sergio Pérez y tercero Lewis Hamilton
El español Fernando Alonso ganó hoy con su Ferrari el Gran Premio de Fórmula 1 de Malaisia, que estuvo interrumpido durante 50 minutos por una fuerte lluvia y en el que el mexicano Sergio Pérez dio la sorpresa al ser segundo con
Sauber.
El McLaren del británico Lewis Hamilton completó el podio de una caótica carrera en la que no puntuaron ni Sebastian Vettel ni Jenson Button.
Alonso, el que mejor jugó con las estrategias y los cambios de neumáticos ante la cambiante meteorología, logró el triunfo número 28 de su carrera y se sitúa como líder del campeonato con 35 puntos tras dos Grandes Premios, mientras que Hamilton queda con 30.
"Estamos orgullosos de ti", le dijo por radio Stefano Domenicali, jefe de Ferrari, al español.
Pero fue Pérez el gran vencedor al conseguir el segundo puesto, en una actuación histórica para el automovilismo mexicano, que no tenía un piloto en el podio desde la época de Pedro Rodríguez. Sauber festejó su primer podio desde Estados Unidos 2003.
La lluvia, como casi siempre en Malaisia en época de monzones, aseguraba un gran espectáculo. Y lo fue.
Los equipos se decantaron por los neumáticos intermedios de inicio. La pista estaba mojada, pero no llovía.
En la salida, Hamilton sí defendió su posición ante Button, a
diferencia de lo que sucedió la pasada semana en Australia.
El Lotus de Romain Grosjean se situó detrás de los McLaren gracias a un buen arranque, pero luego se tocó con el Mercedes de Michael Schumacher y ambos perdieron muchas posiciones. El francés se retiró pocas vueltas después.
Ya en el tercer giro empezó a llover más. El mexicano Sergio Pérez y su equipo Sauber arriesgaron. Fueron los primeros en cambiar a neumáticos de lluvia.
Todos les siguieron. Primero Button y Alonso, y luego Hamilton y los Red Bull. "¡Aquaplaning!", gritaba Hamilton a su equipo mientras.
Intentaba controlar el coche. Se trataba de tomar la decisión correcta en el momento adecuado. ¿Y si dejaba de llover pronto?
Tras el paso por boxes, Hamilton defendió su puesto ante Button por poco y Pérez se situó tercero delante de Webber, Alonso y Vettel.
La lluvia empezó a aumentar de intensidad y el coche de seguridad entró en la vuelta siete. Dos después, se suspendió la carrera, sobre todo por la falta de visibilidad. La misma situación que en 2009 en Sepang, cuando ganó Button.
Todos formaron de nuevo en la parrilla. A esperar. ¿Cuánto duraría la lluvia intensa? ¿Habría tiempo de concluir la carrera antes de que oscureciera? Por el asfalto discurrían ahora ríos.
Tras 50 minutos de espera, la carrera se reanudó con el coche de seguridad marcando el paso. Dejó de llover y el cielo clareó.
Otra vez la duda continua: si la pista se secaba, ¿cuándo cambiar a neumáticos intermedios? ¿volvería a llover?
La carrera se relanzó y Button pasó inmediatamente a los boxes a cambiar a neumáticos intermedios. Alonso adelantó a Webber y en el cambio de gomas, el español le ganó la posición a Hamilton, que se vio también por detrás de Button. El ganador en Australia se tocó con un HRT y dañó el alerón delantero, lo que le obligó de nuevo a pasar por el box. Quedó fuera de la batalla por el triunfo.
Alonso se situó líder. Fue el que más provecho sacó al caos del cambio de gomas. Pérez, también con motor Ferrari, se mantenía segundo, Hamilton era tercero y Vettel quinto.
El español volaba. ¿Quién decía que el Ferrari andaba mal?
Pero conforme se secaba la pista el que empezó a brillar fue Pérez, que se fue acercando al español a golpe de vueltas rápidas. El mexicano tenía el mejor ritmo y se sitúo en los talones del Ferrari de Alonso.
Los pilotos cambiaron a neumáticos de seco y Alonso defendió su puesto ante Pérez en el paso por box y volvió a aumentar su ventaja.
Por poco. Cuando los neumáticos del Sauber ganaron temperatura, el mexicano volvió a recortar tiempo con el español.
Un reventón en la rueda trasera izquierda tras tocarse con el alerón delantero de un HRT al que doblaba arruinó la carrera de Vettel, que aún pudo salvar una octava plaza.
Pérez tuvo un susto. Se salió de pista y ahí acabó su pelea con Alonso. En las últimas vueltas se dedicó a guardar el meritorio segundo puesto y Alonso respiró aliviado.