F1: ganó Verstappen en Miami con un auto superior
Leclerc luchó todo lo que pudo las primeras 9 vueltas y las últimas 11, pero el diseño de Newey, si no se rompe nada, parece imparable para las Ferrari. Russell superó otra vez a Ham.
Victoria inobjetable de Max Verstappen en el GP de Miami, tras un viernes complicadísimo por problemas técnicos. En la anterior frase subyace la clave de esta temporada, que anticipábamos en Continental Web hace un par de carreras: si Red Bull no se rompe, Ferrari no tiene cómo parar a Verstappen.
Basta de decir que Ferrari tiene el mejor motor, o incluso el mejor auto: Honda (tanto con Red Bull cuanto con Alpha Tauri) fue el motor más rápido en esta carrera y en las anteriores. Ferrari no cuela ni un auto entre las diez primeras velocidades máximas.
Ferrari tuvo el auto más 'cocinado' al principio de la temporada porque pudo empezar a pensarlo y a hacerlo muchos meses antes que Red Bull y Mercedes, emperrados en la batalla de todas las batallas hasta el último segundo de 2021.
Desde Arabia 2022 comenzó a notarse que los coches motorizados por Ferrari empezaban a abandonar el Top Ten lenta pero seguramente. Si el Alpha Tauri no fuera un cubito derritiéndose en carrera y Alpine ídem, el declive sería más notable. Por ahora, sobrevive Bottas, pero cada vez le cuesta más terminar en los puntos, pese a que rema como loco.
El campeonato se explica a nivel técnico, de este modo: Ferrari hizo un motorazo, pero le prestó mucha atención a la velocidad en curva, que con los coches de 2022 no es tan relevante en el tiempo de vuelta, mientras que en Red Bull Adrian Newey repitió una estrategia que intentó en 2014 (y le salió pésimo porque el motor Renault era el más flojo de ese momento): hacer un coche muy descargado aerodinámicamente para generar el menor drag posible en recta.
Resultado: Ferrari sorprende a una vuelta (calienta mejor los neumáticos, es más rápido en las curvas rápidas y en las zonas lentas es muchísimo mejor), pero Red Bull en carrera es imparable (al menos en manos de Max) con una velocidad punta 10 kilómetros mayor que la del coche italiano, incluso aunque en ritmo de carrera no sea sustancialmente más rápido; una vez que el Red Bull se pone adelante, la Ferrari de Leclerc se queda sin armas para recuperar la posición.
Hoy Leclerc apretó las primeras nueve vueltas y el graining le quitó ritmo un par de vueltas. Max lo alcanzó, lo pasó y luego nunca más hubo carrera. Al menos hasta que Norris y Gasly protagonizaron un accidente extraño en la Vuelta 41 y el Safety Car los juntó a todos. Ahí, Charles peleó como un león de la Vuelta 47 a la 54; llegó a ponerse a tres décimas, pero, como suele ocurrir, el acercamiento máximo fue el principio del fin de su carrera; desde el 'casi intento de sorpasso' de la Vuelta 54 en adelante, Max pudo escapar del DRS y sacándole varias décimas por vuelta.
En resumen: los dos coches están parejísimos, pero en los momentos clave de las carreras, Verstappen tiene el arma más afilada. Por ahora parece demasiado para esta Ferrari, que ya reza por mejoras milagrosas en Barcelona. El de España será un Gran Premio clave para entender el resto de la temporada: todos llevarán mejoras masivamente, y ahí empezaremos a develar si Ferrari está en condiciones de plantar batalla a Red Bull en la puja por el desarrollo, algo en lo que Red Bull ha sido casi siempre el mejor desde 2010 (y Ferrari casi siempre la peor).
Muy buen podio para Sainz Jr, que terminó carilargo pero pudo romper la racha siniestra llena de pequeños errores y momentos de mala suerte con consecuencias fatales para su posición en el campeonato.
Más atrás, Checo Pérez mostró que para los pilotos dos no es tan fácil aprovechar esas mínimas ventajas momentáneas que Max casi siempre (y a veces Leclerc) aprovechan tan bien. Sainz Jr lo aguantó con neumáticos desfallecientes y con una velocidad punta infinitamente inferior (sin DRS, contra el del mexicano).
Otro orgasmo para Russell (y van...) en su puja con Lewis Hamilton. El heptacampeón largaba quinto y Russell en posición de Q2. Pero una correctísima gestión de los Duros en la primera parte de la carrera y tener Medios nuevos en la parte final (más la suerte de un Safety Car en el momento justo para llegar hasta el final entero con los neumáticos amarillos) lo dejaron adelante otra vez de su veterano y quejoso compañero de equipo. Da la sensación de que las fuerzas de Hamilton desfallecen ante la inmensidad de las dificultades. Russell ha llegado para decirle que su velocidad no es ya la de hace dos o tres años. Así de dura es la F1. Sin embargo, Hamilton se reconstruye muy rápido, y habrá que ver qué pasa el resto del año.
Detrás de Bottas (séptimo peleando como gato entre la leña, en la primera mitad de la carrera más rápido que los Mercedes, al final echando los bofes) quedaron los Alpine. Ocon largó desde el fondo y Alonso peleó mucho y no le salió casi nada. Y cabe una mención especial para Albon, otra vez décimo con un Williams que no da mucho.
En problemas, los Aston Martin (arrancaban en la zona media, pero tuvieron que largar desde el pit por problemas técnicos) y los McLaren (que dieron un paso atrás este fin de semana). Los Haas siguen dando pasos firmes hacia el fondo de la parrilla, como se dijo.
Esta F1 nos sorprende casi carrera a carrera, pero ahora mismo la batalla por el desarrollo parece de cara para el candidato, Red Bull. Y en este contexto no se ve cómo Leclerc podrá mantenerse mucho tiempo arriba en el Campeonato de Pilotos.