El primero en cacarear fue Christian Horner, director de Red Bull y uno de los dos mayores llorones de la F1 (el otro es Toto Wolff): “El coche de Mercedes está fuera de reglamento”, lanzó cándidamente ante periodistas europeos apenas Mercedes mostró sus innovaciones en Bahréin. No se refería a las tomas de aire 'verticales' de los pontones, de inspiración aeroespacial y que otros equipos habían evaluado y descartado por sus complejidades y dudosa fiabilidad; se refería a los grotescos espejos retrovisores montados sobre un ala y poblada de pequeños aletines con palmarios fines aerodinámicos.

La verdad es que Mercedes puso el sistema superior contra impactos laterales como soporte de los retrovisores, ubicándolo en la posición más alta que permite el reglamento. Después el equipo austríaco salió a desmentir a su jefe (se nota la mano de Helmut Marko allí), pero las declaraciones existían y la inquietud expresada por Horner no era baladí.

Ahora Ferrari elevó una consulta a la FIA sobre los soportes de los espejos retrovisores convertidos en alerones extra (algo completamente prohibido por el nuevo reglamento son esa clase de 'alitas' que suman perturbación aerodinámica a quien vaya detrás).

Ferrari pide que el Comité Asesor Técnico, que se reúne este martes en Bahréin, analice el asunto. Aceptar esos flaps torpemente disimulados abriría la puerta para que otros equipos sean así de ingeniosos para encontrar formas de burlar 'el espíritu del reglamento'. “El retrovisor debería estar sólo para mirar hacia atrás y creo que en la forma que lo ha diseñado Mercedes tiene un propósito aerodinámico”, consideró Mattia Binotto, director de Ferrari.

Pero más allá de los escozores de sus rivales, Mercedes ha desagradado al comité técnico con sus soluciones 'desafiantes' para el coche de este año. Desde 2022, la FIA tiene la potestad de prohibir de inmediato cualquier ingenio que vaya contra 'el espíritu del reglamento': coches que puedan no sólo ir rápido, sino correr carreras.

Nikolas Tombazis, técnico de la FIA y ex Ferrari, consideró públicamente que los retrovisores tipo 'plato volador' de Mercedes cumplen con la redacción de las normas, lo que puede ser interpretado como un aval a la solución, pero es en realidad bastante melifluo y ambiguo, ya que deja la puerta abierta a considerar 'el espíritu' (definición resbalosa si las hay) en la reunión de mañana. Y encima el Mercedes es un Leviatán incontrolable para sus pilotos.

El bodoque, visto desde atrás
El bodoque, visto desde atrás