F1: primera victoria de Sainz Jr en una carrera inolvidable
Silverstone entregó una de las mejores carreras de la historia de la F1 (como tantas veces). Checo Pérez, herido, llegó segundo. Ham maradoneó. Y Leclerc y Max pelearon como fieras con sus autos heridos.
Carlos Sainz Jr redondeó su mejor fin de semana en la F1 y ganó el GP de Gran Bretaña de 2022 en una actuación casi perfecta, en el marco de una de las mejores carreras de los últimos años. Varios pilotos dieron su mejor versión en un domingo típico de Silverstone: con tribunas llenas y repleta de incidentes y luchas en pista nivel película de Hollywood.
A casi todos les pasó de todo: Sainz Jr se fue de pista solo y perdió la punta cuando Max empezaba a apurarlo. Checo y Leclerc condicionaron toda su carrera en la agresiva relanzada tras el estremecedor accidente protagonizado por Zhou (del que hablaremos pocos renglones más abajo). Hamilton hizo una carrera heroica, aguantando con Medios más allá de lo esperable con un ritmo tremendo, aguaitando el Safety Car que le diera la victoria: fue el mejor de una carrera tremenda.
A Max, por primera vez desde que tiene un auto para campeonar, lo orinaron dinosaurios en fila. En seco, parecía no tener rival este Red Bull enflaquecido cinco kilos de Silverstone. Pero volvió a pasar lo de Canadá: las lluvias lavaron la pista, la adherencia cambió totalmente y la superioridad espeluznante con la que amenaza el coche austríaco no se concretó en el vertiginoso trazado de Silverstone. El neerlandés tuvo que pelear hasta el final para mantener la séptima posición contra Mick Schumacher, luego de que las conflagraciones del inicio de la carrera le terminaran dañando la parte trasera de su auto; antes, había sufrido una pinchadura lenta que le hizo perder la punta cuando ya había superado a Sainz Jr (en esa pasada del madrileño en Stowe) y tuvo que entrar a boxes.
La largada fue frenética, pero duró menos de un sector. Verstappen se animó a los Blandos y superó a un Sainz Jr que debió lidiar con la menor tracción de los Medios en ese trance, pese a su buena largada. Pero atrás, George Russell no vio a Gasly poner su eje delantero entre los ejes traseros del joven de Mercedes y del chino Zhou, al que intentaba superar el británico, y se produjo un choque en cadena que involucró a cinco autos y causó el abandono de tres, una bandera roja y el más frío escozor en años de F1 cuando vimos a Zhou recorriendo medio kilómetro cabeza abajo, saltando en la grava, golpeando contra las barreras para finalmente saltarlas y rebotar contra las alambradas, detrás de las cuales lo observaba una tribuna hasta la pera (cabe la mención: Silverstone volvió a batir el record de convocatoria de la historia de la F1, con 400 mil espectadores).
Tras una suspensión de casi una hora en la sesión, el relanzamiento fue frenético, con autos pasándose incesantemente como en un juego arcade. Sainz Jr hizo una gran defensa y aguantó la primera posición frente a la Bestia Max. Como se dijo, Checo, Max y Leclerc quedaron con heridas en sus autos tras las intensas refriegas iniciales.
Cuando se organizó la carrera, Max empezó a mostrar un ritmo levemente mejor que el de Sainz Jr, y el madrileño se fue solo de pista en la Vuelta 10, en lo que parecía una repetición del inicio de 2022, llenos de errores para Carlos en los momentos clave.
Pero Silverstone le daría revancha. En la Vuelta 12, pudo verse claramente que Verstappen empezaba a perder ritmo, y Sainz Jr pasó de estar a más de un segundo a comérselo como si fuera un rezagado. El campeón debió entrar a boxes, pero los problemas iban a seguir, producto de un golpe en la parte trasera.
Mientras tanto, Leclerc comenzaba a acosar, herido y todo, a su compañero de equipo, obligado por su parte a mantener al monegasco en zona de DRS ante un Hamilton que se avecinaba como una maldición bíblica, como Tom Cruise en una de las Mission Impossible de la época del Stop Motion.
Ferrari, que esta vez no les arruinó las carreras a sus pilotos, sino bien al contrario, hizo pasar a Leclerc, que en ese momento era más rápido, a la primera posición. Cuando Hamilton ya estaba encima, entraron a Sainz Jr a boxes para calzar Duras. Tras una parada normal, tenía la chance de mantener la punta sin parar hasta el final, pero a cuenta del desgaste de los neumáticos y de los avatares de la carrera. Que no cesaron de llegar.
Leclerc entró en la Vuelta 25 y otra vez empezó a acosar a su compañero de equipo, mientras que Ham, en una de sus mejores tardes, aguantó hasta la Vuelta 33 con un ritmo bárbaro y una vida impensada para esos Medios, aguaitando el Safety Car. Le erró por pocas vueltas a una victoria que hubiera sido de órdago. Pero esta vez las nornas le dijeron que no al heptacampeón británico.
Entonces, con Leclerc primero y alejándose de Sainz Jr, el monegasco y Lewis empezaron a sacarse una vuelta rápida tras otra. Sainz Jr sufría y se apagaba de a poco, como un boxeador exhausto que empieza a contar los rounds que quedan.
Y entonces el Alpine de Ocon exhaló su último suspiro y se paró en medio de una recta. Safety Car y allí ocurrió el milagro: Ferrari estuvo rápida estratégicamente e hizo entrar a su segundo, Sainz Jr, para calzar Blandos. Lo mismo hizo Mercedes con Ham. Casi todos los pilotos, de hecho (los que tenían la ventana de tiempo hasta que se armó el trencito tras el SC y los que estaban fuera de los puntos) pusieron neumáticos Blandos y Leclerc se dio cuenta de que el final 'iba a ser muy duro' con sus Duros dos segundos más lentos que los Blandos de los de atrás.
Resultado: peleó como un león, primero un poco para mantener la punta con su compañero de equipo, luego, como una fiera herida y arrinconada, contra el acoso salvaje de Checo Pérez (sobrevivió a un fin de semana gris a nivel conductivo y negro a nivel fortuna para Red Bull: una especialidad del mexicano) y de un Hamilton con auto y en sus mejores días.
La resistencia del monegasco fue la llave final de la primera victoria de Carlos Sainz en la Fórmula 1: esas peleas alla Gilles Villeneuve de la estrella de Ferrari no le alcanzaron para subirse al podio, pero el madrileño pudo escaparse cuatro segundos que, cuando Checo empezó a recortarlos, ya eran irremontables.
Vale la pena agregar que Guanyu Zhou recibió el alta cuando promediaba la carrera y podrá dormir en su casa. Y que el halo, este fin de semana en Silverstone, salvó dos vidas: más temprano, en la F2, Roy Nissany evitó que el coche de Hauger le arrancara literalmente la cabeza gracias al halo; y, viendo cómo colapsó la 'chimenea' del Alfa Romeo del piloto chino, también hubieran sido espeluznantes las consecuencias de su espectacular accidente.
Canadá dio aviso sobre los problemas de fiabilidad también en Red Bull y sobre una Ferrari que, salvo momentos, está muy pareja en cualquier condición con un coche, el austríaco, que parece tener el mayor potencial para ganar los dos campeonatos. La victoria de hoy, auspiciada por el azar de las refriegas, restaña la autoestima herida de una Ferrari necesitada de alegrías. El porvenir asoma auspicioso para Sainz Jr, tras un comienzo difícil y repleto de errores (como tantas veces para él).
Max minimizó las pérdidas ante un Leclerc víctima, esta vez, de su propia agresividad, y sigue oteando el panorama desde arriba. La sensación sigue siendo que Red Bull es un poco mejor, y que la única manera de quitarle un título es teniendo mejor auto que él. El campeonato se mantiene con cierta incertidumbre, al vaivén de los fallos mecánicos y abandonos por choques. Y Mercedes asoma cada vez más grande, con Hamilton, El Renacido.