Tras su debut en F1 en el GP de Italia, Franco Colapinto, se quejó de dolores “en todo el cuerpo”, y en parte lo atribuyó a la ‘dureza’ del asiento de carbono. 

Durante la carrera en Monza, que constó de 53 vueltas, Colapinto finalizó en el 12° lugar. A lo largo de esta competencia, el joven piloto tuvo que adaptarse a un asiento de carbono que, según su relato, es más duro de lo que estaba acostumbrado en su experiencia previa. Este tipo de asiento, aunque diseñado para ofrecer soporte y seguridad, puede resultar incómodo para un piloto que está en proceso de adaptación a los niveles de exigencia de la F1.