Con poco juego y mucha angustia, Independiente rescató cerca del final un punto ante All Boys al empatar 1 a 1 en Avellaneda, en un encuentro en el que buscaba su primer triunfo que finalmente no pudo conseguir. Iván Borghello y Ernesto Farías fueron los autores de los goles.

Con la única premisa de conseguir sus primeros tres puntos en el campeonato para salir del fondo de la tabla, el equipo de Américo Gallego llegaba a este partido más que obligado ante el irregular conjunto de Floresta.

Pese a esto, el conjunto local arrancó el partido sin demasiadas ideas y mantuvo esa tónica durante gran parte del encuentro. Si bien tuvo el dominio del balón desde el comienzo, Independiente careció de ideas ante un All Boys que esperaba cerca de su arco y apostaba a alguna contra.

Así, el primer tiempo casi no tuvo jugadas de peligro, a excepción de un potente remate de Juan Manuel Trejo que se fue cerca del arco defendido por Nicolás Cambiasso.

En el Rojo, Luciano Leguizamón era de lo más claro, pero careció de compañía para poder inquietar a la defensa visitante, que no tuvo que hacer demasiado para mantener el cero en su arco durante esa primera mitad.

Osmar Ferreyra también tuvo sus momentos por los costados y preocupó con algunos centros, pero el mal partido de Ernesto Farías hizo que las cosas no le sean fácil a Independiente.

En el segundo tiempo, el encuentro siguió el mismo desarrollo. El local dominaba, tenía el balón e intentaba, pero chocaba una y otra vez contra los bien parados defensores rivales y, sobre todo, ante su propia indecisión.

Farías tuvo la más clara de todo el partido a los 13 minutos de ese complemento, cuando recibió el balón tras un desborde de Ferreyra y definió de zurda en la puerta del área chica, pero Cambiasso estuvo atento para quedarse con el balón.

De a poco, la gente se impacientaba y el equipo sentía esa presión, por lo que las imprecisiones comenzaron a ser moneda corriente en el conjunto local. A la par, All Boys comenzó a ver con buenos ojos el punto y casi no atacaba.

Sin embargo, en una jugada aislada, Mauro Matos picó un centímetro adelantado y quedó llamativamente mano a mano con Hilario Navarro, pero en lugar de definir por su cuenta, visualizó inteligentemente a su costado y le cedió el balón a Borghello, que entró por el medio y definió cómodo con el arco libre.

Este tanto terminó de desmoronar al local, que definitivamente pareció entregarse. Pero claro, con mucho desorden, angustia e imprecisiones, Independiente iba a rescatar un punto cerca del final gracias al tanto de Farías, que capturó un rebote, definió mordido y la pelota entró pidiendo permiso.

Así, el Rojo por lo menos evitó perder como local, aunque mantiene su grave crisis futbolística. Hundido en el fondo de la tabla de posiciones, sin ningún triunfo en el torneo y en plena zona de descenso directo, tendrá que trabajar y mucho, sobre todo en lo anímico, para comenzar a salir de un pozo que parece no tener fondo.