Las organizaciones de indígenas que están acampadas en Brasilia, y el martes lanzaron flechas contra la policía frente al estadio donde se jugará el Mundial de fútbol, repudiaron hoy al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, y advirtieron que irán a "una guerra" por la posesión de tierras.

Luego de reunirse con el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, los indígenas dejaron la sede de esa cartera gritando consignas de repudio al gobierno y advirtiendo que habrá una "guerra" por la posesión de tierras que fueron de sus ancestros. "En la lucha, en la batalla a veces es necesario retroceder para pensar en los próximos pasos que daremos" para reconquistar las tierras de las poblaciones originarias, declaró el cacique Uilton Tuxá.

Centenares de indígenas llegados de la Amazonia y otras regiones del país acamparon esta semana frente al Congreso para protestar contra un proyecto de reforma constitucional que, afirman, beneficiará a los "terratenientes" que les usurparon sus territorios. El martes un manifestante indígena hirió con un flechazo a un policía frente al Estadio Nacional Mané Garrincha durante una manifestación contra la Copa del Mundo, en la que hubo cuatro indios heridos, según denunció la Iglesia.

"Nunca esperé que el gobierno del Partido de los Trabajadores de Rousseff, que se viste de demócrata, actuara con tanta arbitrariedad", cuestionó el cacique Tuxá, que ayer participó de la reunión con el ministro Cardozo, cuando una bandera fue manchada con tinta por los disconformes.