La Copa Africana de Naciones, el torneo que amenaza a las mejores ligas del mundo
Se juega en el medio de la temporada europea y va a llevarse a jugadores de peso para sus equipos. Todo en el difícil contexto camerunés, donde la variante Ómicron es una gran amenaza.
La Copa Africana de Naciones es, probablemente, el tercer certamen continental de selecciones más importante. Actualmente, una innumerable cantidad de jugadores de dicho continente se destaca en los principales equipos de las mejores ligas del mundo. El gran conflicto, es que el torneo se juega en el medio de la temporada europea y, por ende, equipos como el Liverpool, Manchester City, Chelsea, Arsenal, Sevilla y hasta el PSG perderán a varios de sus titulares en un momento clave.
A diferencia de lo que sucede en Argentina, en las principales ligas europeas no hay una interrupción demasiado prolongada de la temporada a fin de año. El momento de freno y pretemporada suele darse a mitad de año, entre junio y agosto. Pero por esta época se juega y se disputan cosas importantes, porque empiezan las segundas ruedas de las ligas y comienzan a perfilarse los candidatos al título.
En ese difícil contexto, también se juega la Copa Africana de Naciones. Tendrá lugar entre el 9 de enero y el 6 de febrero y se llevará a cabo en Camerún, país que, además, es azotado como tantos otros por la variante Ómicron del COVID-19. De hecho, se especuló hasta hace muy poco con cambiar al país anfitrión en busca de una sede un poco menos afectada por la pandemia, pero finalmente se decidió no trasladar la competencia.
Obviamente, ningún jugador quiere perderse dicho torneo, que se juega con una altísima intensidad y que tiene una relevancia importantísima para cada uno de los países que lo juega. A lo largo de la historia, no ha habido campeones del mundo africanos, motivo por el cual el torneo continental cobra una importancia suprema: es el máximo título al que un país de esas latitudes ha podido acceder en el mundo del fútbol.
La importancia individual de los jugadores de África en todo el mundo está fuera de discusión: varios podrían entrar en el top ten de mejores del planeta. Tal es el caso de Mohamed Salah (Egipto) y Sadio Mané (Senegal), los dos delanteros por afuera del Liverpool que son, probablemente, los mejores jugadores del equipo. Ni ellos ni Naby Keita (Senegal) estarán disponibles por un mes al menos para jugar en la Premier League, lo que lógicamente afecta al conjunto de Jürgen Klopp que pelea el campeonato.
Otros de los futbolistas destacados que estarán con sus selecciones son Idrissa Gueye (Senegal) y Achraf Hakimi (Marruecos) del PSG, Riyad Mahrez (Argelia) del Manchester City, Edouard Medy (Senegal) del Chelsea o Yassine Bono, Munir El Haddadi y Youssef En-Nesyri (Marruecos) del Sevilla.
El calendario FIFA vuelve a interferir con el de los clubes de la UEFA, que en este caso no han podido hacer prácticamente nada al respecto, más que negociar cederlos con las fechas muy justas antes de sus respectivos debuts. La postura de los países es absolutamente entendible, pero, al mismo tiempo, la cuestión modificará totalmente el destino de las principales ligas del mundo.