"Tengo un año más de contrato y voy a jugar en Independiente en 2015, a menos que suceda algo que me impida hacerlo", anunció casi con ironía Montenegro, quien continúa con sus vacaciones en el mar pero simultáneamente está pendiente de un futuro que no parece tener color rojo.

"Me enteré por los diarios del asunto de que no estaba en los planes del técnico. Por eso salí a hablar por los medios, para aclarar mi situación, y recién entonces me llamó el secretario deportivo del club, Jorge Damiani, para confirmarme que efectivamente no estaba en los planes del entrenador", explicó el Rolfi.

Montenegro sostuvo que con Independiente no tiene "nada que negociar, porque el contrato se renovó hace seis meses y finaliza en diciembre de 2015".

"Por eso mi representante (Alejandro Bouza) quedó en hablar con los dirigentes en estos días, pero no lo llamaron", aclaró.

"Pero no voy a hablar con nadie de otro club hasta que no tenga claro que va a pasar conmigo en Independiente", advirtió.

Y en el mismo tono firme pero templado siguió vertiendo sus impresiones sobre este complicado momento que le toca vivir en un club con el que tanto se identifica, más allá del Huracán de sus amores.

"Los directivos no pensaron que iba a reaccionar de esta manera y creyeron que iba a ser más fácil desvincularme. Pero una vez sos bueno, dos veces sos bueno, pero la tercera hay que plantarse, porque merezco otro respeto y no enterarme de las cosas por un diario", apuntó.

"Por eso el 4 de enero me presentaré a la pretemporada y allí estaré cara a cara con Almirón y me dirá lo que me tenga que decir. Las cosas tienen que ir de adentro hacia fuera y no al revés", cuestionó.

Tras insistir con que no es "un jugador conflictivo que vaya a tirar un vestuario para atrás", el también ex futbolista de River Plate fue concreto a la hora de visualizar un posible foco de "incendio".

"Cuando un técnico no te quiere, no jugás, y te das cuenta solo, pero no fue mi caso, porque estuve presente en 18 de los 19 partidos del campeonato", refirió.

"Puede ser que el técnico me necesitara porque a lo mejor no tenía demasiadas variantes en mi puesto y ahora eso lo podrá solucionar. La verdad es que no lo sé, así que quiero hablar las cosas cara a cara", sentenció finalmente un Montenegro, que parece estar transitando no solamente los últimos días de 2014, sino también los últimos en Independiente.