Newell's rescató un empate ante Unión y todavía sueña
El Tatengue ganaba 2 a 0 y sumaba su primer triunfo, pero el equipo rosarino se despertó en el segundo tiempo e igualó las cosas para mantener las chances de pelear el título. Quedó a dos puntos de los líderes.
Unión de Santa Fe y Newell's Old Boys igualaron 2 a 2 en un partido atractivo, que el conjunto Tatengue parecía tener controlado, pero que al final casi se lo lleva el rojinegro. Diego Jara y Andrés Franzoia le dieron al Tatengue una ventaja parcial, pero en el segundo tiempo el local se durmió y Newell's se lo empató con tantos de Martín Tonso e Ignacio Scocco.
El empate tuvo sabor a poco para Unión, que desperdició una gran oportunidad de cortar su racha negativa de 21 partidos sin triunfos. Y también para Newell's, que quedó a dos puntos de los líderes pero con un partido más y, si bien rescató un punto, el panorama en la lucha por el título parece cada vez más lejano.
Con la necesidad de sumar de a tres por parte de ambos equipos, el partido tuvo un arranque intenso, sin demasiadas ocasiones, pero con buena dinámica. Union intentó lastimar con la movivlidad de Franzoia, ante un adversario que se hacía dueño de la pelota a partir de la buena tarea de Lucas Bernardi y Pablo Pérez, aunque se mostraba ineficaz en los metros decisivos.
A los 22, cuando el equipo de Gerardo Martino seguía manejando la pelota aunque sin precision ni profundidad, Unión sorprendió y pegó en la primera llegada que tuvo. En un contraataque Fausto Montero asisitió a Jara y éste, con un tremendo zurdazo cruzado, venció la resistencia de Nahuel Guzman para establecer el 1-0.
El gol del Tatengue fue un duro golpe para Newell's, que se desdibujó y por varios minutos perdió la manija del cotejo. El equipo de Nery Pumpido se asentó y, bien replegado en su campo, se dedicó a esperar por alguna otra réplica letal.
La Lepra, entonces, dispuso del balón y del terreno, pero no supo capitalizar en el arco rival esa hegemonía. Sobre los 33, en su mejor momento en el partido, el Tatengue volvió a dar muestras de su efectividad. Franzoia tomó una pelota suelta en el área y sacó un violento derechazo que doblegó a Guzman y se transformo en el 2-0 parcial, tan sorpresivo como justo.
El segundo tanto local terminó de golpear a la visita que hasta el final de la primera etapa deambuló desorientado por la cancha, ante un adversario que jugó el mejor primer tiempo del torneo y terminó floreándose.
En el comienzo del segundo período, Newell's salió despedido a buscar todo lo que habia perdido en el primer tiempo. Martino mandó a la cancha a Tonso y Fabián Muñoz, apostando al adelantamiento del equipo y al ataque por las bandas.
Y los cambios trajeron dividendos enseguida, ya que a poco más de un minuto un desborde de Muñoz y un posterior remate de Tonso le permitieron al rojinegro ponerse a tiro.
No conforme con la conquista, Newell's volvió a dominar pelota y terreno, sometiendo a un rival sin respuestas que no podía salir de su propio terreno. De tanto ir, el equipo rosarino tuvo su premio a los 15, cuando el goleador Scocco tomó la pelota en una contra y desde 30 metros sacó un furibundo remate que fue a parar al ángulo izquierdo del arco de Perafán.
La visita siguió controlando el trámite a voluntad, manejando el mediocampo y atacando a un adversario confundido que no hacia pie en el partido. A los 19 pudo haber llegado el tercero para la Lepra, con un remate de Tonso que se desvió y obligó una buena respuesta del arquero tatengue.
Y sobre los 26, lo tuvo Scocco con otro disparo que detuvo Perafán. Llegando a la media hora, Newell's acusó recibo del desgaste realizado y pareció quedarse sin respuestas físicas. Unión lo aprovechó y enfrío el partido. Igual, el equipo de Pumpido tuvo su chance de desnivelar, con un tiro libre desde la izquierda que nadie logró empujar ante la mala salida de Guzmán.
El último cuarto de hora mostró al visitante con más convicción, pero sin ideas para generar peligro. El conjunto de Martino intentó desbordar a su oponente, pero volvió a carecer de precisión para marcar y tuvo que conformarse con un punto con sabor a poco para ambos protagonistas.