"Estoy viendo el mejor momento para dejar el cargo en manos de otros que seguramente estarán mejor preparados. La política interna del club está muy complicada y eso me hizo repensar el futuro, pese a que mi mandato finaliza en 2014. Hace 14 años que estoy al frente de la institución y eso implica un desgaste", confesó Portell en una entrevista con el programa radial Deportivo Télam.

"La nueva comisión directiva es muy joven y sin experiencia en el fútbol. Yo no estaba de acuerdo con el despido de (Héctor, el gerente deportivo) Clide Díaz porque desde hace 14 años venía realizando su trabajo a la perfección, pero ellos opinaban otra cosa. El club está demasiado politizado: hay 11.000 socios y 7 agrupaciones", puntualizó.

Acto seguido el titular albiverde hizo un "mea culpa" con el último tramo de su gestión y admitió que cometió "un error al contratar a Ricardo La Volpe. Con los antecedentes que tenía en otros clubes argentinos no podía traerlo, pero me dejé llevar por la gente que lo quería, ya que él nació aquí".

"Debía actuar con la cabeza y no con el corazón y me equivoqué. El trato que él tiene con los jugadores no se adapta al medio argentino. La Volpe estaba acostumbrado a manejarse con los futbolistas mexicanos, que son muy distintos a los nuestros", advirtió.

"En cambio con Jorge Da Silva fue diferente. Lo suyo fue una defraudación (dirigió solamente cuatro partidos y se fue a Peñarol)", disparó. En el mismo sentido Portell destacó al actual entrenador banfileño, el uruguayo Eduardo Acevedo, "porque trabaja muy bien, aunque no se le dan los resultados".

"Pero si Banfield está donde está es porque de los últimos 27 puntos solamente sumó dos. Aunque eso también tiene que ver con la mala suerte y especialmente con errores arbitrales", argumentó.

"Contra San Martín de San Juan y Argentinos Juniors nos anularon dos goles legítimos, y en este último partido nadie se explica lo que cobró Pablo Lunati cuando invalidó el tanto que convertimos después del penal fallado por Facundo Ferreyra. Ojalá la bolilla de este árbitro no le caiga nunca más a Banfield", reclamó. Portell reconoció que Banfield "tiene jugadores experimentados, pero la moral del grupo no es la mejor. Esperemos que en este parate el plantel levante el ánimo de cara al partido con Boca".

"Ý la prensa tampoco ayuda, porque con sus comentarios termina prsionando a los árbitros. Encima recibí cuestionamientos por haber viajado a Europa por una inspección de la FIFA, de la que soy miembro, cuando eso estaba dispuesto desde hace 4 meses", aclaró.

"Solamente falté en el partido con Argentinos Juniors, ya que me fui un lunes y volví al domingo siguiente. Ahora los hinchas de Banfield me paran por la calle para criticarme, pero cuando comenzó la temporada esa misma gente me decía que habíamos armado un buen plantel, como para pelear arriba", justificó.

El titular albiverde aceptó que en sus 14 años de gestión "nunca" aprendió "a ser político" y que lo recaudado con las "buenas ventas de jugadores realizadas a Europa en los años anteriores fueron destinadas a obras en el estadio y el predio de Luis Guillón".

"Pero ahora necesitamos realizar una transferencia importante para mejorar financieramente, pero la crisis que atraviesa Europa cerró mucho ese mercado. De hecho, en esta temporada, por primera vez en mucho tiempo ningún argentino fue vendido a un club de ese continente", explicó.

"El jugador a vender hoy es Nicolás Tagliafico, un lateral izquierdo por el que recibimos muchas averiguaciones desde Europa, pero allá tienen tiempo para concretar algo, porque los libros de pases se abren el 7 de junio y cierran el 30 de agosto. El es un futbolista con proyección de excelencia a nivel mundial", destacó.

Finalmente Portell coincidió con el capitán del equipo, el arquero Christian Lucchetti, en que en Banfield "nunca hubo una puja política como la actual, que tanto mal le hace al club", pero disintió respecto de que le "convenga descender ahora, para tocar fondo de una vez y empezar a salir. Si dijo eso, no estoy de acuerdo", remarcó.