Riquelme: “en 2006 renuncié a la selección por la salud de mi madre”
El 10 reivindicó la figura de Ernesto "Che" Guevara y abordó la cuestión de las drogas en los adolescentes. "Yo creo que a un chiquito de 13 ó 14 años no se lo puede meter en la cárcel. Más bien tendríamos que intentar colaborar para que mejore", expresó ante entrevistadores que, precisamente, tenían esas edades.
Juan Román Riquelme ratificó que en 2006 renunció a jugar en la Selección en un intento por resguardar el estado de salud de su madre, quien había sido internada en dos ocasiones.
"Yo no soy distinto a los demás. Sólo me ha tocado dar un paso al costado de la Selección cuando a mi vieja me la internaron dos veces. Y es raro encontrar un jugador de fútbol que tome esa determinación. Pero antes que la Selección, que mi club y que todo, tengo a mi mamá. En la cancha, a veces, me cargan los contrarios, pero yo me siento bien", señaló el crack xeneize.
En declaraciones a la revista "La Garganta Poderosa", elaborada por una cooperativa de habitantes de las villas porteñas, recalcó que para él "hay cosas que son más importantes que estar en una cancha de fútbol" y reivindicó como primera tarea de un hijo "cuidar a la madre".
El 10 reivindicó la figura de Ernesto "Che" Guevara y abordó la cuestión de las drogas en los adolescentes.
"Yo creo que a un chiquito de 13 ó 14 años no se lo puede meter en la cárcel. Más bien tendríamos que intentar colaborar para que mejore", expresó ante entrevistadores que, precisamente, tenían esas edades.
"La droga provoca reacciones que un chico normal no tendría. A veces los chicos cometen delitos porque no están bien. Los domingos me levanto temprano y sé que algún chico drogado voy a encontrar. Siempre hay alguno drogándose, por eso intento ayudarlos", deploró.
Destacó que vive a cien metros de su barrio de la infancia y subrayó que el fútbol le dio todo pero él es la misma persona de siempre. Contó incluso que para llegar al entrenamiento de Boca, sale tres horas antes porque se encuentra alejado y remarcó que sus compañeros le dicen que está "loco".
"Yo les digo que sí, pero termino el entrenamiento y cuando pienso que vuelvo a mi barrio, voy contento. Es mi lugar, donde nací, donde comemos asados con mis amigos. En mi casa, siempre somos quince o veinte; mi vieja y mi mujer no están contentas, porque parece que tengo una familia de cuarenta personas, pero para mí, esos son los momentos más lindos de cada día", expresó.