Juan Román Riquelme, quien hoy retornó al club, fue acompañado por unos 700 hinchas y un centenar de medios en Casa Amarilla y dijo que regresó a su casa y que espera “darle muchas alegrías al club y regalarle el titulo a la gente”.

“Fue un lindo día, me encontré con mis compañeros, el técnico y la gente del club que me tiene mucho cariño. Volví a casa y cuando pasa eso se siente muy bien”, dijo en conferencia de prensa.

Riquelme explicó que "antes no tenía fuerzas para jugar" y ahora le pasan "cosas por dentro", al justificar las contradicciones en torno a su vuelta a Boca, que rechazó a principios de año cuando asumió Carlos Bianchi la dirección técnica.

El mediocampista aceptó que el disparador para cambiar su decisión fue haber quedado "un poco molesto" tras la derrota con River en el amistoso jugador en Córdoba y aseguró que en el vestuario de Boca "están todos contentos" con su regreso.

"Soy hincha y después del superclásico terminé un poco molesto. Tengo un sentimiento muy grande por esta camiseta. Me enojó perder y sufrir las cargadas al otro día", se excusó al ser consultado por desoír "la palabra" que honró días atrás.

"Estaba un poco desgastado, sentía que no tenía fuerzas para jugar al fútbol. Ahora siento que me pasan cosas por dentro, como sucedía meses atrás, y eso es muy importante", amplió.

En conferencia de prensa, aceptó "estar bastante loco" para asumir el costo de afrontar su cuarto ciclo como jugador del club, en el deberá demostrar si es "capaz de ganar otra vez".

"Volví tres veces y gané las tres. Estoy en el último tramo de mi carrera y tengo la ilusión de darle alegría a la gente. Ojalá le pueda dar un título más en este año y medio que tengo con el club", deseó.

Inactivo hace siete meses, Riquelme evitó ponerle plazo a su vuelta a las canchas y se subordinó a Bianchi, sobre quien se deshizo en elogios.

"Es un DT ganador, que cambia la mentalidad del jugador. Es el mejor de la historia de Boca. Seguramente me va a exigir al máximo, más que a los demás y él decidirá cuándo contar conmigo", declaró.

Roman afirmó que su objetivo inmediato, luego de perderse la pretemporada, será "entrenar día a día" hasta llegar a "estar bien" para pisar otra vez la cancha.

Consultado sobre las sensaciones del retorno a las prácticas, el ídolo "xeneize" respondió: "Fue un día lindo, la pasé muy bien porque volví a casa".

Sin explayarse, negó roces con sus compañeros, tras las críticas que destinó durante la pretemporada por el rendimiento del equipo, y aseveró que en el vestuario "están todos contentos".

"Durante el último semestre que estuve acá, la pasamos todos muy bien y peleamos todos los campeonatos hasta el final. Ellos me conocen a mí, yo a ellos y estamos todos contentos", simplificó.

Además, se despreocupó por recuperar la capitanía, ahora propiedad del arquero Agustín Orión, al afimar que sólo le interesa "ganar".

"Son temas a los que no le doy mucha importancia. En otros momentos me la ofrecieron (Carlos) Ischia y (Alfio) Basile y la rechacé", recordó antes de cerrar su nuevo contacto con la prensa ya como jugador de Boca.