River cayó 2 a 0 ante Belgrano y quedó más cerca del abismo
Con goles de Mansanelli y Pereyra, el Pirata impuso su mezcla de fervor y limitaciones técnicas a un River que arrancó con personalidad, pero jamás tuvo fútbol y se quebró al primer revés. El partido se detuvo 21 minutos por ingreso de hinchas de River a la cancha. El domingo se podría jugar sin público.
En un reñido partido de ida por la Promoción, River Plate perdió 2 a 0 ante un tan limitado cuan esforzado Belgrano de Córdoba. Además, el símbolo Matías Almeyda, el defensor (de negra noche) Román y el Loncho Ferrari no podrán jugar el próximo domingo porque completaron el cupo de tarjetas amarillas.
River arrancó el partido poniendo todo, pero sin poderle oponer al partido de zapa que podía jugarle Belgrano más que su propio ímpetu. Más acostumbrado a ese juego, el Pirata insinuó un dominio tan leve y poco claro como suele ocurrir en partidos de este tipo. Un error de una inocencia estremecedora por parte de Román (puso la mano y de inmediato se tomó la cabeza) le dio, vía penal de Mansanelli, la ventaja a los cordobeses.
A partir de ahí, el Millonario fue una pila de nervios, con un Jota Jota López estragado hasta el llanto y arrestos individuales (con exceso de fervor) por parte de unos pocos jugadores como Almeyda y Lamela (que arrancó bien, pero nunca encontró un socio para su palmaria superioridad técnica respecto de los volantes de Belgrano).
En el segundo tiempo, un centro cruzado tocado por Lollo y un anticipo del "Picante" Pereyra (el goleador del Celeste) dejó a River grogui. Cuando era evidente que la debacle (la goleada) era posible, ingresaron varios hinchas visitantes tras romper el alambrado olímpico, y zamarrearon a Arano y a Román. Pitana (que fue bastante estricto con las tarjetas, aunque perdonó dos o tres vidas) no quiso suspender el partido, que podría haber derivado quizá en una sanción que descendiera a River sin siquiera jugar.
Tras una tensa interrupción de 21 minutos, se reanudó el juego, con River sacudido del pavor que provocó el gol de Pereyra y empujando con todo lo que le quedaba, pero sin claridad. Así y todo, dispuso de varias chances claras para al menos descontar un trámite que asoma dificilísimo, no tanto por la jerarquía de Belgrano cuanto por la devastadora ineficacia creativa y ofensiva de River: en todo el Clausura, sólo una vez ganó por dos goles de diferencia (a Huracán).
Además, es posible que, por los incidentes en el partido jugado en Barrio Alberdi, la revancha de esta Promoción se juegue sin público.