Las fuertes nevadas en Estambul obligaron a interrumpir el partido Galatasaray-Juventus, tras apenas media hora de juego. El encuentro define una clasificado a los octavos de la Champions League y se disputará mañana.

El juez del partido, el portugués Pedro Proença, optó en un primer momento por parar el encuentro en el minuto 31, cuando ambos equipos estaban con empate 0-0 y los futbolistas tenían cada vez más dificultades para jugar sobre un terreno de juego.

Aunque primero se anunció una suspensión de 20 minutos, media hora después el árbitro decidió aplazar la continuación para otro día.

La nevada empezó a la vez que el partido pero a partir del minuto 20 empezó a intensificarse y apenas diez minutos después, ya era imposible distinguir las líneas del campo.

La primera medida de los equipos era reemplazar el balón blanco por uno de llamativo color rojo, pero cinco minutos más tarde, el árbitro decidió que era imposible continuar bajo estas condiciones meteorológicas.

Inicialmente, el juego se suspendió para limpiar el césped de nieve y la hinchada continuaba en la grada, con la esperanza de que se continuase pronto, pero finalmente se decidió la suspensión definitiva.