Sin nada importante para luchar en pista, Hamilton se pelea con la FIA por el uso de piercings
El nuevo director de Carrera de la F1 invoca una cláusula del Código Deportivo Internacional vigente desde 2005, pero nunca respetada, que prohíbe el uso de joyas, piercings y relojes por cuestiones de seguridad.
Sin elementos que le generen adrenalina en pista por el mal momento de Mercedes en 2022, Lewis Hamilton se entretiene peleándose con la FIA por el uso de anillos, collares, relojes y piercings durante las carreras.
Como un gesto para diferenciarse del ‘laissez faire’ de Michael Masi, los nuevos directores de Carrera de la F1 han endurecido y clarificado los criterios para sancionar situaciones de carrera que hasta el año pasado se dejaban pasar alevosamente, como salirse completamente de pista. Entre ellos, se activaron cláusulas del Código Deportivo Internacional que obligan a los pilotos por razones de seguridad a prescindir de relojes, collares, pulseras, anillos, aros y piercings. Estas cláusulas existen desde 2005.
El hecho está sirviendo de excusa para que los pilotos expresen su malestar con los nuevos directores de carrera. El malestar se hizo perceptible luego de que este fin de semana en Miami Niels Wittich se negase a poner barreras Tecpro en la pared contra la que se pegaron Sainz Jr y Ocon. En este contexto, Lewis Hamilton, sin nada relevante para él por lo que pelear dentro de pista debido al gran fracaso del auto Mercedes de 2022, dobló su apuesta por los piercings.
En principio, la FIA le había dados dos carreras para que solucionase el tema de sus piercings ‘inamovibles’. Ahora Lewis declaró que no se quitará sus piercings y joyas a partir de Mónaco, como le exige la FIA. "No me lo quitaré. Tuve una exención en Miami y tendré exenciones durante el resto del año. Los anillos de boda están permitidos. La próxima vez llevaré cuatro relojes. Llevo 16 años con joyas. ¿Acaso la seguridad no era un problema entonces?”, alegó el heptacampeón.
El argumento es falaz: que en los últimos 16 años los directores de Carrera (incluido el extinto Charlie Whiting) hayan pasado por arriba de una norma vigente no es justificación para incumplirla. ¿Hasta dónde llegarán las autoridades de Carrera de la F1 para imponer su autoridad? Y ¿qué pueden hacer contra el piloto ‘en rebeldía’? ¿Quitarle puntos de la SuperLicencia hasta llegar a la suspensión de una carrera? He aquí una pelea tonta y absurda que ocupará la atención del Paddock en las próximas semanas.