Después de otra jornada de zafarrancho mediático y dirigencial, Juan Román Riquelme y el presidente de Boca acordaron la continuidad del crack por cuatro años en la institución xeneize.

El mismo Riquelme aceleró todo acudiendo a la reunión entre su representante, Daniel Bolotnicoff, y Jorge Amor Ameal. Fuertemente presionado por el macrismo, que no quiere a Riquelme en el club, Ameal se había presentado con una insólita propuesta de dos años de duración y con impuestos totalmente a cargo del jugador.

Entonces, el 10 le reclamó al presidente auriazul que le respondiera con sinceridad si quería que él siguiera en Boca. Ante la respuesta positiva, Riquelme aceptó compartir el pago de impuestos que estaban demorando la firma, y Ameal alcanzó el consenso necesario en la comisión directiva para avalar el contrato.

Esto demoró las negociaciones hasta la medianoche, cuando, en el Hotel Emperador, rubricaron el acuerdo Ameal, Fabián Beraldi y Matías Ahumada, por el club, y Riquelme junto a su representante Daniel Bolotnicoff.

Las partes anunciarán los detalles entre lunes y martes de la semana próxima.