El alemán Sebastian Vettel, con un remozado Red Bull, logró la “pole position” de la Fórmula 1 para largar mañana (8 de Argentina) en el autódromo de Shakir el Gran Premio de Bahréin, en la cuarta cita del Campeonato Mundial.

Las pruebas se concretaron en medio de un clima sumamente conflictivo, con serios incidentes entre el pueblo y las fuerzas de seguridad. Incluso el equipo de Force India dejó irse del país a dos mecánicos que sufrieron incidentes directos, y el viernes fue convencido por Bernie Ecclestone para no abandonar el emirato ese mismo día, a cambio de no participar de la segunda tanda de entrenamientos.

El Joven Maravilla obtuvo la trigésima primera pole en su corta carrera, dejando detrás al inglés Lewis Hamilton (McLaren Mercedes) a 098/1000, el australiano Mark Webber (RedBull) a 215/1000, el inglés Jenson Button (McLaren Mercedes) a 289/1000 y al alemán Nico Rosberg (Mercedes) a 399/1000, ganador del Gran Premio de China.

Los diez primeros registros fueron completados por el australiano Daniel Ricciardo (Toro Rosso) a 490/1000, el francés Romain Grosjean (Lotus) a 586/1000, el mexicano Sergio Pérez (Sauber) a 972/1000 y el español Fernando Alonso (Ferrari) y el escocés Paul Di Resta (Force India) que no salieron a girar en la última etapa clasificatoria.

Para Ferrari, éste debería ser el Gran Premio más negro de su comienzo de año, y, se esperanzó su jefe, Stefano Domenicali, “el último de nuestro difícil arranque”.

La clasificación este año entrega espectáculos trepidantes. En la mismísima Q1 (en la que los 7 últimos quedan eliminados para la Q2) Heikki Kovalainen, con el humildísimo Caterham, dejó afuera a Michael Schumacher (otra vez víctima de los errores de su equipo), girando a apenas un segundo y pocas centésimas de la pole parcial, que marcó el francés Grosjean, con Lotus: un paisaje de ciencia ficción para cualquiera de los equipos que debutaron en 2010, que hasta hace poco giraban un 5 o 6 por ciento por encima de la pole, en el mejor de los casos.

Así las cosas, con buenos autos de cara a la competencia final, se quedaron en la Qualy 2 Kimi Raikkonen (Lotus), Kamui Kobayashi (Sauber) y el inefable Felipe Massa (Ferrari).