El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado un análisis sobre la situación económica de Argentina, destacando la reducción de la inflación en septiembre, que se situó en un 3,5% mensual. Esta disminución se produce en un contexto donde una delegación argentina, liderada por el ministro de Economía, Luis Caputo, se encuentra en Washington para avanzar en las negociaciones con el organismo y asegurar financiamiento que permita hacer frente a los vencimientos de deuda, que ascienden a US$ 20.000 millones en 2025.

Pierre-Olivier Gourinchas, asesor económico y director del departamento de investigación del FMI, subrayó la importancia de esta disminución en la inflación, al señalar que ha caído del 25% registrado en diciembre del año pasado. En su intervención, Gourinchas expresó que la reducción de la inflación es un indicador positivo y que se espera que las mediciones continúen mejorando en el futuro. 

En relación al Producto Bruto Interno (PBI), Gourinchas indicó que, aunque se ha registrado una contracción en la primera mitad del año, existen indicios de recuperación, especialmente en lo que respecta al crédito privado. Sin embargo, no se brindaron actualizaciones específicas sobre el PBI en este momento, aunque se reconoció que la caída del mismo ha impactado de manera significativa en la economía argentina. El FMI continúa en diálogo con las autoridades argentinas sobre esta situación.

Durante la conferencia de prensa en la que se presentó el informe sobre el Panorama de Perspectivas Económicas (World Economic Outlook, WEO), el FMI mantuvo sus proyecciones para Argentina, anticipando una caída del PBI del 3,5% en 2024, luego de un retroceso del 1,6% en 2023. Asimismo, se prevé una desaceleración de la inflación, que se estima en un 140% anual, en comparación con el 211% registrado en 2023.

A pesar de la reducción de la inflación, los datos reflejan una situación económica frágil, posicionando a Argentina como el cuarto país con mayor contracción económica y el mayor aumento de precios en un ranking que incluye 147 naciones. En un informe anterior, el FMI había señalado que la actividad y la demanda habían experimentado una contracción significativa, del 3%, en el primer trimestre del año, como resultado de un ajuste fiscal y la corrección de precios.

Para el año 2025, el FMI proyecta una recuperación de la actividad económica con un crecimiento estimado del 5%, el cual se considera uno de los pronósticos más optimistas de la región. Además, se espera una notable disminución de la inflación, con una variación del 45% anual. No obstante, la vocera del FMI, Julie Kozack, advirtió que, a pesar de estos avances, la situación social en el país sigue siendo crítica, con un aumento de la pobreza que alcanza el 52,9% de la población.