“Sería baja la incidencia” en los precios internos de los productos derivados de los granos si se quitan las retenciones, aseguró por Continental el presidente de la Sociedad Rural de Rosario.

Luis María San Román puso como ejemplo “el caso del trigo donde la variación sería sólo del 6 por ciento. Lo que más molesta al productor es esa discriminación por parte de la industria y diversos sectores que tratan de que el costo lo pague el productor. Es una discriminación hacia el productor”, se quejó.

“Llama la atención que salgan todos juntos a hablar. Parece que hubiera una sugerencia de algo para que lo digan justo cuando se debaten las facultades delegadas en el Congreso, sospechó en La Hora del Campo.

“Los molinos si no sólo pueden comprar con la retención, que es un impuesto a la producción y la exportación, encima piden el cierre de la exportación”, expresó.

Sobre el controvertido tema del uso del glifosato en los cultivos, señaló que en su provincia “se han presentado dos proyectos y tienen media sanción. Uno es de disposición final de envases y el proyecto de fitosanitarios. En el primero estamos de acuerdo con el lavado de envases en determinados lugares que aún no se sabe en dónde pueden ser”, comentó.

Sin embargo, deploró que quieran “imponer una sanción por el uso de envases cuando aún no hay una salida para eso. Queremos depósitos en todas las comunas para llevarlos y reciclarlos”, planteó.

Sobre el proyecto relacionado con el fitosanitario, objetó que, en el proyecto, “hay un artículo sobre glifosato donde se le da el mismo tratamiento que productor 1 y 2 y el glifosato es banda 4. Si uno mira los antecedentes de Francia sólo hay cincuenta metros de distancia (exigidos como distancia mínima entre el lugar fumigado con glifosato y cualquier sitio habitado) y acá quieren imponer (una distancia de) mil quinientos metros de las ciudades o centros habitados para aplicarlo”.

“Hemos tenido reuniones con autoridades y especialistas. Nos interesa buscar la verdad, queremos fundamentos científicos”, concluyó San Román.