“Es un honor y un desafío muy importante que Pepe Cibrián me haya elegido para interpretar el mismo personaje que hiciera su madre hace 20 años atrás”
La actriz habló del estreno de la obra 'Wilde, un hombre' protagonizada y dirigida por Pepe Cibrián Campoy, del desafío de interpretar el personaje de Esperanza, de cómo reinventarse en tiempos de crisis, del vínculo con sus hijas y del tiempo presente.
Se acaba de estrenar “Wilde, un hombre”, una obra de amor, traición y pasión con dirección de Pepe Cibrián Campoy, referente de la comedia musical que se puede ver de viernes a domingos en el Teatro Regina.
Wilde, es la tragedia de un hombre, el destino que él mismo elige y lo lleva a ser derrotado en vida para que luego, la historia lo convalide como el segundo escritor más importante de la lengua inglesa después de William Shakespeare.
La pausa es con la actriz Ana Acosta, quien atesora un sinfín de personajes maravillosos y una vez más se sube al escenario para deleitarnos con otra de sus variadas composiciones.
¿Cuándo te llamó Cibrián para formar parte del elenco de esta versión de “Wilde…”?
“Me llamó en principio para otra obra, pero una de las actrices no podía porque estaba de gira, así que decidió dejarla stand by. A la semana siguiente se contactó para decirme que tenía ganas de hacer “Wilde…” y que le gustaría que yo interpretara el mismo personaje que en su momento hizo su mamá “refiriéndose a la queridísima Ana María Campoy ¡Esa fue la propuesta!
“Esperanza” es el personaje que “la Campoy” interpretó hace 20 años atrás e imagino que para vos es un desafío ¿Cómo transitaste los ensayos?
Al principio, sentí mucho miedo, era un desafío importante para mí hacer un personaje que anteriormente lo había hecho Ana, su mamá pero inmediatamente acepté. Primero que nada porque es un honor y me siento una privilegiada ya que habiendo tantas buenas actrices me eligió a mí. Siento mucho orgullo y responsabilidad al mismo tiempo.
Pepe es un profesional muy exigente ¿Cómo fue la dinámica de trabajo y cuánto tiempo ensayaron antes del estreno?
Sí, Pepe es muy exigente y riguroso con los ensayos, así que arrancamos los primeros días de mayo y el día 10, pidió que estudiáramos el texto, que fuéramos con la letra sabida y eso es lo que intentamos todos. A fines de mayo, ya teníamos toda la obra montada. Se dice montada la obra cuando ya están todos sabemos dónde comenzamos este. hacia dónde nos movemos cuando decimos los textos cuando nos sentamos o nos paramos, cuando entramos escena cuando salimos…! así que desde ese momento hasta el día del estreno hicimos lo que también nosotros denominamos “pasada” que es como una especie de función sin maquillaje, sin vestuario, sin las luces y en otro ámbito porque ensayamos en la Sociedad Hebraica y recién la última semana nos pasaron al teatro Regina. Así que con lo riguroso que es, no se podía esperar otra cosa que lo que sucedió ¡Llegar al estreno convencidos de que todo iba genial” .
¿Cómo es tu vínculo con Cibrián?
Un vínculo maravilloso que venimos transitando desde hace muchísimos años. La primera obra que hice con él fue “Los Borgias” para la cual rendí tres audiciones extenuadísimas pude entrar a ser un personaje dentro de esa comedia musical. Después me convocó para estar en el musical “Aquí no podemos hacerlo” en el Teatro Alvear y volví a rendir audiciones para formar parte del elenco de “Invasiones inglesas” en el Teatro San Martín y finalmente me vuelve a convocar para hacer “Las dulces niñas” junto con la señora Ana María Campoy.
No somos amigotes de encontrarnos todos los sábados ni de estar constantemente pegoteados pero mi relación con Pepe es maravillosa, él conoce a mi familia y yo a la suya. Hemos compartido hermosos momentos en la casa de mi mamá estando ella, mi papá Pepe y yo. Tenemos cosas en común, los dos somos hijos de inmigrantes españoles laburantes, así que hay afinidad y se nos hace fácil la amistad. Lo quiero, lo respeto y él también tiene algo conmigo porque después de tantos años llamarme para para compartir el escenario habla del respeto y la admiración.
¿Qué programas ves en la tele? ¿Mirás programas de chimentos?
Me informo todo lo que puedo y con respecto a la tele veo lo que se puede ver. ¡Soy teleadicta! Me engancho con los programas de chismes al mediodía, tarde y noche dependiendo de mis ocupaciones. Creo que todas las mayorías de los argentinos hacemos zapping. Extraño mucho la ficción y siempre dije que la televisión argentina está por delante de muchas otras tradiciones de mundiales y eso lo pude corroborar cuando tuve la posibilidad de empezar a viajar un poco, a Francia, España, Italia, EEUU, México. Cuando llego a cada uno de esos lugares me encanta mirar la televisión local y no me importa si no entiendo el idioma. Creo comparado con nuestra tele están en desventaja no en variedad sino en calidad. Me parecen acartonados y estereotipados y estoy convencida que nosotros estamos por encima de lo que ofrece la tele en otros países. Hoy en día, me da mucha lástima ver que hemos perdido terreno dentro de la televisión y ojalá lo recuperemos pronto.
¿Qué actores fueron tus referentes?
Hay dos personas a las que admiré muchísimo, con uno de ellos fue Gianni Lunadei” con quien tuve la suerte de haber podido trabajar en teatro y televisión y Ulises Dumont. Cuando los ví en teatro haciendo “Arlequino servidor de dos patrones “dirigidos por China Zorrilla no podía dar crédito lo que veía, componiendo a dos personajes maravillosas como Pantaleone y Arlequino y la sala aplaudiendo de pie. Dentro de la comedia, a Ana María Campoy, mi madrina artística. Tenemos actores maravillosos y no quiero quedar mal con ninguno de los que admiro pero, las mujeres me hacían reír mucho desde Cecilia Rosetto, Mabel Manzotti, Nelly Prono, Gabriela Acher…!
¿Cómo te impactó el escándalo del ex presidente Alberto Fernández y las declaraciones de Fabiola Yáñez por violencia de género? ¿Vos trabajaste con Fabiola en teatro no?
Me impactó y nunca lo hubiera imaginado. Con Fabiola trabajamos en la comedia “Entretelones” y fue un vínculo de poco tiempo pero todo lo que sucedió últimamente me pareció muy doloroso. Si es real todo lo que cuenta, que no dudo que sea así, estar atrapada en un callejón sin salida como les pasa a muchas mujeres que no hablan por miedo.
Hace varios años que junto con tu marido abrieron un local de ropa en el barrio de Once ¿Cómo surgió la idea y cómo van las ventas hoy?
La idea surgió cuando ya éramos cuatro y hasta ese momento veníamos trabajando como una empresa familiar mientras yo subía al escenario y mi marido me coordinaba las entrevistas, salíamos de gira y él conducía, ponía las luces, cortaba los boletos de entrada, arreglaba con los teatros si yo hacía unipersonales u otro tipo de espectáculos. Si bien durante muchos años trabajábamos bien, no era tan fácil para vivir sólo del teatro entonces me daba vuelta la idea de que si se acababan los ahorros la cosa se complicaba. Ahí surgió la idea de poner un local en el Once mi marido había tenido local previamente durante muchos años pero por la situación económica lo había cerrado pero como conocía el rubro nos la jugamos.
¿Él tenía locales de venta exclusiva de zapatos, no?
Sí, tenía locales de venta de zapatos pero esta vez decidimos vender ropa y eso le fue ganando a los zapatos. Ya van 17 años y te hoy por hoy es un reconocido lugar donde la gente va a comprar su vestido de fiesta para una ocasión especial y nosotros podemos estar más relajados porque era imposible vivir solamente del teatro.
¿Vas al supermercado?
¡Sí, claro que voy! Antes me gustaba mucho más ir al súper porque se podía llenar el carrito y hace un tiempo que la inflación se comió todo y te da lástima llegar a la caja y ver los carritos con poco y nada.
¿Cómo es el vínculo con tus hijas?
¡Siento que es ideal! Yo suelo decir que soy amiga de mis hijas ellas me lo retrucan pero bueno, obviamente no soy esa amiga a la cual le confiesan o les cuentan sus cosas íntimas, pero me siento amiga porque hay muchas cosas que nos gustan a las tres como ir al teatro, al cine, a brunchear o jugar al bowling. Compartimos mucho tiempo y estamos pendientes unas de otras, así que la verdad es que tenemos una relación hermosa.
Si te pudieras irte de viaje ¿Qué lugar te gustaría conocer?
¡Me encantaría conocer Grecia! Y más allá de lo que significa Grecia también es donde empezó todo y como amo el teatro, me encantaría poder estar en el lugar donde nacieron todos esos maravillosos autores, desde que comenzaron con la tragedia griega en adelante.
¿Cómo te cuidás la salud?
No me cuido mucho aunque debería hacerlo, pero sí, trato de comer con menos sal, dejé el cigarrillo después de muchísimos años, tuve dengue y me faltaba la respiración, entonces me preocupé. Mis hijas me lo venían pidiendo así que también fue por ellas.
¿Qué valor le das al tiempo?
Le doy mucho valor por eso trato de hacer muchas cosas en poco tiempo. Apenas me levanto ya tengo definido qué es lo que voy a hacer y me propongo determinadas cosas así que llego a la noche agradecida de que pude con todo lo que me propuse.
¿Con quién te sentarías a conversar sin tiempo?
En principio con mis padres que aunque no nos quedaron charlas pendientes porque nos hablamos todo pero me hubiese gustado disfrutarlos un poco más. Mi papá se fue el 4 de julio del año pasado, día de mi cumpleaños, así que una de las preguntas sería esa ¿Por qué ese día? no recriminándoselo sino pensando en que quizás con su partida me quería decir algo.
¡Definitivamente la charla sin tiempo sería con mis viejos!